Tomado de:
http://www.ecoportal.net/content/view/full/95386
Cuando la crisis climática amenaza todas las formas de vida, las instituciones financieras internacionales y los Estados continúan promoviendo actividades altamente contaminantes. La minería, en particular, utiliza enormes volúmenes de agua y envenena ríos, lagos y cabeceras de cuenca, además de arrojar a aire y tierra sustancias igualmente tóxicas.
Cincuenta millones de indígenas pertenecientes a más de 671 pueblos del Abya Yala (América Latina) sufren la imposición de las actividades extractivas, principalmente la minería, en sus territorios. El 90% de la población indígena del continente se concentra en cinco países: Guatemala, México, Perú, Bolivia y Ecuador. Y es precisamente en estos países donde se observa una expansión de la minería, vulnerando derechos colectivos, generando impactos negativos en el modo de vida de las comunidades y pueblos, y constituyendo una de las causas de la crisis climática al contaminar y depredar la Madre Tierra.
La expansión minera se inscribe en la globalización neoliberal, sustentada en el libre mercado, las máximas ventajas a las inversiones extranjeras y la priorización de las actividades extractivas, con mínimos controles ambientales y laborales. Por ello esta expansión está amparada por políticas de Estado que priorizan el crecimiento económico sobre la base de la extracción de los recursos naturales y las exportaciones. En la ejecución de estas políticas, los estados incumplen la obligación de consultar a los pueblos indígenas antes de aprobar el inicio de actividades mineras en sus territorios.
Todo esto se hace en nombre del desarrollo. Sin embargo, la experiencia mundial muestra que la minería no contribuye al desarrollo de los pueblos, pues es una actividad de enclave, que primariza la economía, recibe privilegios tributarios y precariza de manera creciente las condiciones laborales. Y, sobre todo en los países pobres, es una actividad altamente contaminante y violatoria de derechos.
Cuando la crisis climática amenaza todas las formas de vida, las instituciones financieras internacionales y los Estados continúan promoviendo actividades altamente contaminantes. La minería, en particular, utiliza enormes volúmenes de agua y envenena ríos, lagos y cabeceras de cuenca, además de arrojar a aire y tierra sustancias igualmente tóxicas.
A lo anterior se agrega que la imposición de la minería va acompañada de un proceso de criminalización de las protestas indígenas, que se expresa en el endurecimiento de las leyes penales, persecución policial y judicial, desplazamientos forzados, militarización de territorios e incluso torturas y asesinatos.
Frente a esta situación, los pueblos indígenas, a través de sus organizaciones, han emprendido procesos de resistencia a la expansión minera. Han activado diversas estrategias ante el Estado y las empresas para exigir el respeto de sus derechos. Han convocado a la realización de consultas sobre proyectos mineros donde se han manifestado mayoritariamente en contra de esta actividad, sobre todo en Perú, Guatemala y Colombia. Y han llamado a movilizaciones contra las políticas de Estado que favorecen el desarrollo de la industria minera.
Las propuestas de los pueblos indígenas frente al extractivismo, para la defensa de sus derechos y los derechos de la Madre Tierra, se resumen en el paradigma del Buen Vivir, como alternativa a la crisis de la civilización occidental.
Necesitamos posicionar este paradigma, articular los procesos e iniciar acciones de incidencia ante instancias internacionales de protección de los derechos indígenas. Para ello, los pueblos indígenas y los movimientos sociales debemos reflexionar juntos, intercambiar experiencias de afirmación de derechos, y articular estrategias sustentadas en el Buen Vivir.
Conscientes de esta urgencia, convocamos al Foro de los Pueblos Indígenas: Minería, Cambio Climático y Buen Vivir, que se desarrollará del 18 al 20 de noviembre de 2010 en Lima, Perú.
Objetivos:
1. Examinar la desmesurada expansión de la actividad minera y sus impactos ambientales, sociales, culturales y económicos sobre los territorios y los derechos de los pueblos indígenas.
2. Analizar la responsabilidad de la actividad minera en la crisis climática, consecuencia de los modelos extractivos y súper consumistas, y los desafíos de la necesaria respuesta organizada de los pueblos.
3. Consolidar la propuesta de Buen Vivir como modelo de vida alternativo para salvar todas las formas de vida en armonía con la Madre Naturaleza.
4. Compartir experiencias y aprendizajes de las acciones de los pueblos indígenas y sus aliados frente a los impactos de la industria minera.
5. Organizar un gran frente mundial por el Buen Vivir y la defensa de la Madre Naturaleza frente a la creciente amenaza del extractivismo minero y la crisis climática.
Cronograma
Adhesiones a la Convocatoria: Hasta el 15 de septiembre
Jornada Preparatoria de Convocantes: 16 de septiembre
Inscripción de actividades autogestionarias: 1 a 30 de octubre
Inscripción de delegaciones y participantes: 1 a 30 de octubre
Realización del Foro: 18 al 20 de noviembre
www.ecoportal.net
Minga Informativa de Movimientos Sociales
http://movimientos.org/
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