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Con una asistencia médica pertinente, antes de 2013 se
habrían podido evitar mil 4 muertes, 446 de ellas de menores de cinco años.
Un indígena de un pueblo en medio de la selva amazónica
brasileña, a dos horas en avionetas del pueblo más cercano, Boa Vista,
realizaron una denuncia el viernes pasado vía WhatsApp.
"Soy Anselmo Yanomami, del Estado de Roraima, al norte
del país. En nombre de mi pueblo Yanomami xirixana, Xiriana, Sanoma, quiero
denunciar a la Secretaría Especial de la Salud Indígena.
"El pueblo Yanomami está muriendo por falta de
asistencia médica. Son muertes causadas por enfermedades como la neumonía, la
diarrea y la tuberculosis. El pueblo Yanomami pide auxilio. Ayúdanos a acercar
esta situación a las autoridades de Brasil y del mundo", decía el mensaje.
La petición de socorro cruzó miles de kilómetros, sumándose a
muchos de los gritos de auxilio que los Yanomami han hecho en los últimos años
para alertar de la falta de asistencia sanitaria en sus tierras, situadas en la
frontera con Venezuela, donde viven actualmente cerca de 25 mil indígenas.
A principios de este año, un grupo de ellos pintados de negro
en señal de luto se dirigió hasta la sede de la Secretaría Especial de la Salud
Indígena de Boa Vista para exigir la salida de la coordinadora del Distrito
Sanitario Especial Indígena Yanomami.
"La sanidad sólo ha empeorado en los últimos cuatro años
en nuestras tierras, y por eso estamos aquí exigiendo mejoras para nuestros
hijos", declaró Junior Yanomami, uno de los líderes que acompañan a
Anselmo en las reivindicaciones.
Ambos forman parte del Consejo del Distrito de Salud Yanomami
y Ye'kuana , un grupo que analiza la situación sanitaria de 300 pueblos
indígenas en la mayor reserva en todo el país, con 9.6 millones de hectáreas.
Anselmo narró, en una llamada telefónica con EL PAÍS, la
situación actual. Durante este año, relató, 11 niños de entre uno y 10 años
murieron en la zona por diarreas o vómitos. El último, un niño de 5 años, el
pasado jueves.
Además, dos indígenas murieron este año por mordedura de
serpiente, explicó, ya que no había antídotos disponibles en el centro de salud
de la aldea.
"Nuestras comunidades están abandonadas, hay comunidades
aisladas, sin ningún tipo de asistencia médica. Se ha reducido el número de
profesionales sanitarios que dan asistencia a los pueblos, en los puestos de
emergencias no hay equipos ni medicamentos suficientes", aseguró.
Los datos de Datasus, sistema del Ministerio de Sanidad que
recopila información sanitaria de todo Brasil, muestran que hubo un aumento en
las muertes por causas que se habrían podido evitar con vacunaciones, atención
a embarazadas, ayuda en el parto y atención al recién nacido, así como
diagnósticos y tratamientos adecuados.
La información anterior a 2013, la última disponibles según
el Ministerio de Salud, muestran que en el Amazonas y Roraima, donde se
concentran las tierras de los Yanomami, se habrían podido evitar mil 4 muertes,
446 de ellas de menores de cinco años.
Un aumento del 14 por ciento con respecto a 2012, cuando 881
indígenas murieron por las mismas causas (390 casos de menores de cinco años);
y un aumento del 47 por ciento en comparación con 2011, cuando murieron 681
personas (247 niños de hasta cinco años de edad).
Mensaje de los Yanomami
En la población general de los dos Estados también aumentaron
las muertes, pero a un ritmo mucho menor: 4.55 por ciento entre 2013 y 2012 y
7.35 por ciento entre 2013 y 2012.
En 2012, la tasa de mortalidad infantil de los pueblos
indígenas en todo Brasil fue de 37.8 por cada mil nacidos vivos. En 2011, era
de 32.2. En el caso de la población que no es indígena, la tasa es de 21
muertes por cada mil bebés nacidos vivos.
"Nuestra situación es crítica. Aquí en Roraima nos dicen
que es culpa de Brasilia, que no envía el dinero suficiente. Llamamos a
Brasilia y allí nos aseguran que envían el dinero y no llega, aseguran no saber
lo que pasa. Pero el pueblo Yanomami está muriendo y necesitamos saber por qué
esto sigue pasando", explicó Anselmo Yanomami.
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