sábado, 15 de febrero de 2014

Las Malvinas son de Racing

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Tomado de:


El trapo de la parejita en las Malvinas.
Una pareja de hinchas de la Academia que recorre el mundo con una bandera del club llegó, en enero, hasta la capital de las Islas, escenario de la querra con Gran Bretaña en 1982, y desplegó el trapo, pese a la prohibición de las autoridades por llevar los colores argentinos. En Olé contaron toda su experiencia.

Ariel Cabrejos y Greta Guastavino tienen mucho más en común que ser una pareja convencional de las tantas que habitan el mundo: se conocieron siguiendo a Racing, afianzaron el vínculo a través de la RacingNet -un foro que aún subsiste pese a Facebook, Twitter e Instagram-, desarrollan trabajos por su cuenta -a ellos les cuesta decir que son “independientes”- y superaron fronteras mostrando su pasión por el celeste y blanco. Aficionados a los viajes, las Islas Malvinas fue el último destino. El territorio por el que Argentina y el Reino Unido sostuvieron una guerra en 1982 fue el punto al que llegaron en enero para la aventura de desplegar la bandera que identifica a la Filial España del club en pleno Puerto Argentino. Aun advertidos de la prohibición de desplegar enseñas con los colores argentinos en Stanley -al decir de sus habitantes-, cumplieron su objetivo luego de una hora y media de preparativos. El premio a la paciencia turística...

-¿Cómo surgió la idea de ir a ese lugar?

-Greta: Como yo hago fotografía, queríamos buscar un destino fuera de lo común, que nos ofreciera algo de vida salvaje y otra cultura que nos enriqueciera. Y, por otro lado, buscábamos tener otra visión con respecto de la guerra. Queremos destinos que salgan de lo común, fuera de Italia, España...

-¿Cuánto tardaron en poner la bandera?
-Ariel: A las 19, ya están todos cenando. A las 20 todavía es de día y no hay nadie en la calle. Como teníamos entendido que los vuelos sólo llegan a las Islas los sábados, elegimos al viernes a la tarde para sacarnos las fotos. Pero nos encontramos gente que pasaba a cada rato. Nunca habíamos visto tanta actividad a esa hora, pero justo en ese momento, sí. Hasta pasó una pareja andando a caballo por ahí, algo que nunca habíamos visto. -G: 200 metros atrás nuestro había un auto estacionado con gente y no se movía. Por eso simulamos sacarnos fotos normales como turistas, por las dudas de que fuera gente que nos estaba controlando. Estuvimos casi 90 minutos esperando en ese momento. Dejamos la cámara ahí fija. Tuvimos que editar el video. -A: Aun sabiendo que sos argentino, la gente te trata con mucha cortesía. Algunos, incluso, paraban para preguntarnos si estaba todo bien porque para ellos era raro que dos personas estuvieran tanto tiempo ahí. Pensaban que nos había pasado algo. -G: Antes quisimos sacarnos una foto en el otro cartel de Stanley, pero frente a la oficina de turismo, al lado del puerto. Pero nos lo prohibieron porque la bandera tiene los colores de la Argentina y la gente está muy sensible. Respetamos la decisión para no tener problemas. Pero nos fuimos al otro cartel para hacer la foto.

-¿Cuándo llegaron a las Islas tuvieron que declarar todo?
-A: Ni bien llegamos, tuvimos un inconveniente porque nos sacamos fotos, algo prohibido por ser una base militar. Fue el primer tirón de orejas y a partir de ahí empezamos a tener más precaución. Nos dimos cuenta de que la mano venía en serio. Cuando pasamos migraciones, nos pidieron que declaráramos si teníamos algo de origen vegetal, animal, etc. Y nos preguntaban si teníamos algo de lana, porque ellos producen mucho eso por la presencia de ovejas. Como Greta llevaba medias de ese material, nos revisaron todo, hasta dentro del termo. -G: Como en cada viaje que hacemos llevamos al menos una camiseta de Racing cada uno y la bandera, nos la vieron. Y ahí nos marcaron que estaba prohibido desplegarla con esos colores. No quisimos hacer una patriada argentina. En realidad, tuvo que ver con algo futbolístico.

-¿Qué los impactó más de las Islas?
-A: Encontramos muchos lugares característicos de la guerra y con mucho significado para cualquier argentino -G: Fue súper fuerte ir a los dos cementerios. La primera diferencia que notamos fue que en el argentino, están mezcladas las tumbas de soldados con oficiales. En el inglés sólo están las tumbas de los rangos más altos, y las de los soldados sólo aparecen en placas. Eso ya te muestra una diferencia cultural. La parte del cementerio británico es más solemne, hay más reparo para el viento. Las tumbas de soldados argentinos que no fueron reconocidos por nadie tienen este epitafio: “Sólo reconocido por Dios”. -A: Hay un tour de guerra y te llevan a lugares donde quedan restos. Pasamos por una ruta donde, al costado, había un helicóptero argentino caído. Los kelpers tratan de no mostrarse débiles, te hacen la psicológica. Te ponen banderitas de Inglaterra por todos lados. Ni en el cementerio argentino hay banderas nuestras. Te dejan restos de aviones, helicópteros o barcos argentinos, sobre todo. -A: Podés ir a los montes, escalarlos, y ver los puestos de la defensa argentina. Ahí aparecen cocinas, restos de armas, de campamentos y demás. -G: Hay pequeños museos donde se muestran armamentos de ambos países. Yo vi un jabón que decía Industria Argentina. Es una pavada, pero sin dudas te moviliza. Porque al lado de ese jabón hay una bandera inglesa enorme.

-¿Qué les comentaron los kelpers?
-A: Muchos nos dijeron que creen que la Argentina puede volver a invadirlos.


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