http://www.elmundo.es/america/2013/03/09/argentina/1362833657.html
Tomado de:
Un joven pide el 'sí' para el referéndum para fortalecer la identidad
británica. | Afp
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La disputa actual con Argentina es por los
yacimientos de petróleo 'off shore'
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Los kelpers tienen un ingreso anual per cápita
equivalente a 22.000 euros
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La vida en el confín del Atlántico Sur transcurre
en medio de la abundancia
Ramy Wurgaft | Buenos Aires
Actualizado sábado 09/03/2013 21:11 horas
En el supermercado de Puerto Stanley, la capital de las islas Malvinas
(islas Falkland para los lugareños), el kilo de tomates se vende a ocho euros y
el precio de la fruta no baja de los 10 euros. Sin embargo, los clientes llenan
la bolsa sin el menor titubeo. Con un ingreso anual per cápita equivalente a
22.000 euros, los kelpers, como se conoce a los 2.984 habitantes del
archipiélago, no se privan de nada.
La vida en el último confín del Atlántico Sur transcurre apaciblemente y
en medio de la abundancia, con la sola alteración de las noticias que llegan
desde la vecina -–aunque distante- Argentina. Por ejemplo, las últimas
declaraciones del canciller argentino Héctor Timerman, en relación al referéndum que se llevará a cabo entre este
domingo y el lunes en ese remoto paraje, barrido por los vientos antárticos.
Los 1.650 kelpers registrados en el diminuto padrón electoral, deberán
decidir si acaso las islas mantienen o no su condición de territorio de ultramar
del Reino Unido. Dando por cierto que los convocados optarán por mantener su
estatus de ciudadanos británicos, Timerman atribuyó la consulta a "una
artimaña de Londres para mantener su dominio colonialista en un territorio
que por ley pertenece a la Argentina". De su parte, las autoridades
isleñas reconocen haber consultado al gobierno de David Cameron, pero aseguran
que la iniciativa es originaria de Falkland.
También admiten que el referéndum tiene como principal objetivo
demostrar a los vecinos, empezando por la presidenta Cristina Kirchner,
que sea cual sea la alternativa que escojan, jamás admitirán que los argentinos
vuelvan a colocar su bandera en el terruño donde sus ancestros se asentaron
hace un siglo y medio. La última vez que lo hicieron fue en abril de 1982, tras
invadir las islas de las que fueron
desalojados por una fuerza expedicionaria británica, al cabo de dos meses.
"¿En que podríamos beneficiarnos si Falkland formarse parte de
Argentina, como ellos pretenden?", se pregunta de forma retórica Tim
Miller, gerente de Stanley Growers, la empresa importadora que abastece a los
supermercados. "Aquí no existe el desempleo ni la inflación que estrangulan
a los pobres argentinos. Aquí se respetan las instituciones y el gobierno no
puede hacer lo que se le antoja con el bolsillo de la gente", explicó en
tono sarcástico el empresario, al diario argentino 'Clarín'.
Traducido al español, el apelativo kelper significa buscador de algas.
Antes de la guerra con argentina, los lugareños eran tan pobres que debían
completar su dieta de carne de oveja con los vegetales que le proporcionaba el
mar. Desde que fueron reconocidos como súbditos de su majestad británica, en
1983, su estándar de vida ha llegado a superar al de sus conciudadanos en la
lejana Inglaterra.
Yacimientos de petróleo 'off
shore'
Aunque continúan exportando lana de oveja de gran calidad, los
mayores ingresos provienen de la industria pesquera local y de los permisos
de pesca que otorgan a los barcos provenientes de Europa y de Japón. Según John
Barton, director del Departamento de Pesca de Falkland, las ganancias obtenidas
en el 2012 superaron los 200 millones de euros, de los cuales el 10% corresponde
a las licencias que se otorgan por espacio de 25 años.
El turismo es otra actividad floreciente. Entre el 2009 y el
2011, más de 70.000 personas arribaron a Puerto Stanley, la mayoría a bordo de
los cruceros que hacen escala de dos a cinco días para luego navegar por el
círculo antártico. «Más de 50 familias habilitaron hospedajes en sus casas. Se
trata de personas que antes vivían de la cría de pequeños hatillos de oveja o
de sus huertos y que ahora le sacan provecho a la belleza del entorno para aumentar
sus ingresos», señala Patrick McFarlane, de la Secretaría de Turismo.
Indudablemente, la disputa en torno a las islas no hubiera alcanzado su
nivel actual de agresividad, de no ser por los yacimientos de petróleo 'off
shore' que se han detectado en la plataforma marítima, al norte y al oeste
de Malvinas/Falkland.
La empresa británico-kelper Rockhopper, una de las cinco que han salido
a la búsqueda del oro negro, estima en unos 1.300 millones de barriles, la
reserva contenida en las napas submarinas. "Aún si el volumen de crudo
fuese la mitad de lo que predicen los sondajes, la explotación de esos
recursos tendría un enorme impacto en los mercados energéticos de todo el mundo
y un efecto incalculable a nivel geopolítico", afirma Terry Davidson,
director ejecutivo de la consultora canadiense Petronex.
Para el gobierno de Cristina Kirchner, la exploración del subsuelo en
torno al archipiélago constituye otro acto de usurpación, tan alevoso
como el desembarco de los primeros colonos ingleses, a fines de 1833. Más aun,
tomando en cuenta que en los últimos años, Argentina atraviesa por una crisis
energética que la obliga a importar suministros a un coste anual de 30.000
millones de dólares.
Alejandro Iribarne, profesor de la Universidad de La Plata (Argentina)
se atreve a opinar que si él fuera un kelper, votaría por mantener el dominio
de Gran Bretaña sobres el archipiélago, como se presume que harán los
convocados al referéndum. "Ellos necesitan la protección de la Armada Real
para extraer los hidrocarburos sin que nadie les estropee la fiesta. Tendrán
que estar locos para pronunciarse de otra manera", resume Iribarne.
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