http://www.el-nacional.com/elsa_cardozo/Consalvi-diplomacia_0_152387425.html
Tomado de:
13 de marzo 2013 - 00:01
“En Venezuela hemos tenido diplomáticos de Estado a pesar del
Estado”. Esa sentencia, escrita por Simón Alberto Consalvi, resume su visión y
sus méritos como diplomático. Su defensa de este oficio se manifestó a plenitud
en el estudio, la escritura y la actitud vital.
En una hoja de vida de brillo especial lo encontramos como
embajador de Venezuela en Yugoslavia y Washington, representante permanente de
Venezuela ante las Naciones Unidas y dos veces canciller. En Europa del Este se
inició en medio de la Guerra Fría, en el foro mundial en el tiempo de las
negociaciones Norte-Sur, en el Ministerio de Relaciones Exteriores mientras el
Grupo Contadora devolvía vitalidad a Latinoamérica y el Grupo de Río perfil
propio a la agenda regional. En Estados Unidos fue embajador en los años de la
caída del Muro de Berlín. De entonces es, entre otros escritos, 1989. Diario de
Washington (1990); valgan estos fragmentos: “Abundan los pronósticos para la
última década del siglo. No ha sido el fin de la historia, como dice Fukuyama,
tal vez ha sido el fin de Armagedón … en los países de América Latina no se ve
la luz en el túnel … Pienso en Venezuela … Pienso en Mariano Picón Salas, en su
muerte repentina un primero de enero: Comprensión de Venezuela. Esta y no otra
es la palabra clave”.
Allí encontramos al diplomático que cumple sus tareas a
cabalidad, estudia, revisa archivos, observa atento y crítico el acontecer
mundial y el de su país. Inconforme ante los lugares comunes y el juicio
ligero, persiste en su búsqueda de mejores respuestas. En ese camino construyó
un amplio registro escrito de sus funciones diplomáticas. La política
internacional de Venezuela 1974-1979, Los Papeles del Canciller 1985-1988, Un
momento histórico de América Latina y Una política exterior democrática en
tiempos de crisis son textos en los que hoy seguimos encontrando pistas
fundamentales para comprendernos como país. A ellos se añaden sus
investigaciones como historiador de Venezuela y sus diplomáticos, el
armamentismo nuclear y la economía política del petróleo, las relaciones con
Estados Unidos y la integración Latinoamericana, para citar sólo grandes temas.
La delimitación de áreas marinas y submarinas en el Caribe,
la cooperación latinoamericana ante la crisis centroamericana, las tensiones
con Colombia por la delimitación en el Golfo de Venezuela y sus iniciativas
para cimentar la diplomacia como oficio de Estado son quizá las más visibles y
trascendentales muestras de su desempeño como ministro.
Al ponderar las condiciones de respetables diplomáticos
venezolanos de los siglos XIX y XX, Consalvi identificaba en ellos las
cualidades esenciales del oficio diplomático: estudio, conocimiento, trabajo,
persistencia, sobriedad, disciplina, lealtad. Todas ellas las conjugó el hombre
de cultura, el historiador, el periodista y ensayista de natural y cultivada
predisposición a la diplomacia que fue Simón Alberto Consalvi.
No hay comentarios:
Publicar un comentario