http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2012/02/120203_malvinas_tension_argentina_jgc.shtml
Vladimir
Hernández
Tomado de:
BBC Mundo,
Buenos Aires
Sábado, 4 de febrero de 2012
Hay un creciente respaldo entre los argentinos a la
manera más agresiva en que el gobierno está enfocando el asunto.
Conforme
se acerca el 30° aniversario de la invasión argentina de 1982 a las islas
Malvinas, llamadas Falklands por los británicos, la tensión aumenta.
La más reciente
escalada fue estimulada por la decisión de Mercosur, en diciembre pasado, de
cerrar sus puertos a embarcaciones que ondean la bandera de las islas.
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Cuando el primer
ministro británico, David Cameron, acusó a Argentina de
"colonialismo", el Senado argentino aprobó una moción de condena a
sus comentarios.
También hubo
manifestaciones -con la quema de la bandera británica- frente a la embajada de
ese país en Buenos Aires.
Entonces la
Armada Real anunció el envío del destructor HMS Dauntless al Atlántico Sur,
donde se encuentran las islas.
El gobierno
británico indicó que se trataba de una acción rutinaria, pero no ayudará a
aliviar las tensiones en la región.
Consenso nacional
El estatus de
las islas sigue siendo un asunto muy sensible para Buenos Aires.
En la capital,
es común ver afiches que ponen de relieve el reclamo del país por las islas.
Muchas ciudades argentinas también tienen monumentos a la guerra, en la que
murieron más de 600 de sus soldados.
El HMS Dauntless es uno de los destructores más
grandes y poderosos del Reino Unido.
No es raro
tampoco ver a jóvenes con tatuajes del mapa de las Malvinas/Falklands en los
colores de la bandera argentina.
A nivel
político, los sentimientos no son menos intensos.
Puede que la
política nacional esté extremadamente polarizada, pero hay consenso entre el
gobierno y la oposición sobre la pretensión del país por la soberanía de las
islas.
"Es la
pieza central de la política exterior de Argentina", dice Jorge
Battaglino, catedrático en relaciones internacionales en la Universidad
Torcuato di Tella de Buenos Aires.
Respaldo creciente
Los analistas
están de acuerdo en que las conmemoraciones de la guerra serán más prominentes
este año que nunca antes.
Algunos
sostienen que esto se debe a que es el 30° aniversario. Pero también coincide
con un cambio de rumbo del gobierno, que está presionando con más fuerza por
conversaciones con el Reino Unido.
Londres insiste
en que no negociará abiertamente sobre las islas, ya que en su mayoría los
isleños desean mantener la soberanía británica.
La consultora
Ibarómetro señala que el respaldo entre los argentinos al reclamo de las islas
tradicionalmente está entre 65% y 70%, pero los comentarios de Cameron los
impulsaron a casi 74%.
"La guerra
sólo consiguió atrasar el posible inicio de negociaciones entre Argentina y
Gran Bretaña"
Atilio Borón,
sociólogo argentino
El director de
Ibarómetro, Pablo López, afirma además que hay un respaldo creciente para la
forma más agresiva en que el gobierno está encarando el asunto.
"Desde
2009, el apoyo a la estrategia del gobierno se ha disparado de un 40% a
67%", agrega.
En la época de
la invasión, en 1982, un gobierno militar estaba en el poder en Argentina.
Eran tiempos de
malestar social y el estado se encontraba enfrascado en la llamada "guerra
sucia", una campaña contra activistas de izquierda que dejó
aproximadamente 30.000 muertos.
Así y todo, el
respaldo al enfrentamiento era alto.
Durante años,
esto ha complicado el asunto para los argentinos, que han tratado de
desvincular el apoyo a la causa de las islas del apoyo al régimen militar.
"Hoy en día
la gente ha logrado separar ambos puntos de vista", dice el sociólogo
Vicente Palermo.
"Las
Malvinas son vistas como una causa nacional, sin importar si hubo una guerra
por las islas precipitada por un gobierno militar impopular".
El factor Cameron
La disputa por
las islas Malvinas/Falklands es una vieja causa nacional en Argentina.
El Reino Unido
ha ocupado las islas desde la década de 1830, pero Argentina insiste en un
reclamo previo.
"Es una
vieja causa nacional y los militares se aprovecharon del sentimiento popular
para tratar de mantener el control del país", sostiene el sociólogo Atilio
Borón.
"La guerra
sólo consiguió atrasar el posible inicio de negociaciones entre Argentina y
Gran Bretaña", añade.
Después del
conflicto, Argentina sufrió décadas de problemas internos, tanto económicos
como políticos, pero la relativa calma de la última década ha permitido que la
política exterior pase a primer plano.
La elección de
Néstor Kirchner como presidente en 2003 significó un incremento en los
esfuerzos de Argentina para reclamar las islas, y desde entonces el gobierno ha
buscado activamente apoyo de otros países en la región y en Naciones Unidas.
Kirchner y su
esposa Cristina -la actual mandataria- crecieron en la Patagonia argentina, en
el sur del país, donde el tema tiene mayor vigencia por la relativa proximidad
al territorio disputado.
En ciertos
sectores de Argentina se debate si esto explica el interés del gobierno en el
asunto.
Algunos, como
Palermo, dicen que la posición oficial es sólo una representación fiel de la
opinión pública.
Expresa que la
presidenta Fernández también podría estar usando a las Malvinas/Falklands para
desviar la atención de los problemas internos.
No todos están
de acuerdo.
"¿Por qué
haría eso la presidenta? Acaba de ser reelegida con mucho apoyo, la economía
está creciendo y su popularidad es alta", afirma Battaglino.
"David
Cameron es quien está tratando de desviar la atención de sus asuntos
internos", sentencia Borón.
"La
economía de Reino Unido no está mejor que la de Argentina. Buenos Aires no tuvo
disturbios sociales y revueltas el año pasado, sino Londres", agrega.
El gobierno
argentino cree que el reciente respaldo de otros países de la región a su
reclamo sobre las islas puede haber mejorado las perspectivas de que el Reino
Unido acepte a negociar sobre el tema.
Pero hasta
ahora, no ha habido ningún indicio de la Cancillería en Londres de algún cambio
en la posición británica.
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