miércoles, 21 de septiembre de 2011

Para evitar un mal mayor I


Tomado de:

Al  principio fueron pequeños enclaves situados en las bocas de los ríos Esequibo, Demerara y Berbice, establecidos a partir de 1616 por comerciantes holandeses deseosos de intercambios y trueques con los indígenas, pero en vista de que otras potencias europeas se hacían de territorios en el Caribe, los holandeses, a su vez, decidieron fundar colonias en esta región.

Por: Julieta Salas de Carbonell
Julieta Salas de Carbonell


Todo este gran territorio limitado al este por el océano Atlántico y al sur por el río Amazonas pertenecía al rey de España a partir del Tratado de Tordesillas y era parte del Nuevo Reyno de Granada, pero la presencia militar española era muy esporádica y en el siglo XVII no existía ningún poblamiento peninsular en la región.

En 1648, al final de la Guerra de Ochenta Años entre España y los holandeses, a partir de la cual estos liberados del yugo español habían fundado una república, por la firma del tratado de Münster, fue reconocida la soberanía holandesa en los territorios al este del río Esequibo.

Mapa antiguo de las Guayanas

Durante los siglos XVII y XVIII la posesión de estas colonias pasó de manos holandesas a inglesas y viceversa en varias ocasiones, pero lo que se mantenía constante era el influjo de súbditos ingleses provenientes de las Antillas que venían a establecerse como colonos en tierra firme.

En 1782 tropas francesas invadieron las colonias; después de dos años de ocupación fueron obligadas por los holandeses a retirarse. Como resultado de esta invasión, Francia se apoderó del territorio que hoy ocupa la Guayana Francesa. Después de la Revolución Francesa, la “Colonia Unida de Demerara y Essequibo” y la colonia de Berebice pasaron a control inglés.

El territorio al este del río Courantyne, hoy en día la República de Surinam, permaneció en manos del gobierno holandés.  El siglo XVIII no trajo paz en Europa y, como consecuencia de las guerras napoleónicas,  a la firma del Tratado de Amiens, las colonias fueron devueltas a manos holandesas, hasta que a la derrota de Napoleón Bonaparte en 1814 pasaron definitivamente al control de la corona inglesa. En 1831 esta posesión fue unificada bajo el nombre “Guayana Británica”.


La Guayana Británica era la única posesión inglesa en tierra firme del continente suramericano y le ofrecía al Imperio Inglés una puerta franca hacia las ricas tierras vecinas, que pertenecían a la recién establecida República de Venezuela por el uti possidetis iure, principio de derecho “en virtud del cual los beligerantes conservan provisionalmente[ ]el territorio poseído al final de un conflicto, interinamente, hasta que se disponga otra cosa por un tratado entre las partes. Al parecer derivó de la expresión latina “uti possidetis, ita possideatis”, es decir, “como tu poseías, continuarás poseyendo”.

Poco después de la batalla de Bomboná,  Simón Bolívar había demostrado su preocupación a fin de dejar determinados los límites con la Guayana Esequiba: “…los colonos de Demerara y Berebice tiene usurpada una gran porción de tierras que según aquellos (tratados) nos pertenecen…”.  (Simón Bolívar a Pedro Gual, Secretario de Relaciones Exteriores de la República de Colombia. 1822). 


A partir de la constitución de la gran Colombia los gobiernos de Bogotá y Londres declararon y aceptaron oficialmente que la frontera oriental de la Guayana venezolana estaba formada por el río Esequibo, frontera conocida como primera línea Schomburgk (línea amarilla en el mapa).

Nuestros problemas limítrofes se iniciaron al ser publicado en Londres en 1840 el recuento de las exploraciones en ambas Guayanas de Robert Schomburgk, y del mapa de su recorrido donde señalaba una nueva frontera, segunda línea Schomburgk (línea verde en el mapa) entre Venezuela y la Guayana Británica.

Según Antonio Luis Cárdenas (1965), el gobierno británico, “aunque consideró que esta nueva línea carecía de base histórica y jurídica, vino a proclamarla como máxima pretensión”. Al poco tiempo las autoridades inglesas demarcaron otra línea fronteriza más al oeste, (linea morada en el mapa). Línea totalmente espuria y falsa, pero marcada en el terreno con postes con las iniciales V.R. por Victoria Regina, reina de Inglaterra  y Emperatriz de la India.

Manuel Donís Ríos (1988) considera que “los problemas económicos afrontados por la Guayana Británica  entre 1850 y 1880 fueron tan graves, que Gran Bretaña vio en el oro venezolano del Yuruari, una alternativa salvadora para su colonia” para lo cual fomentó una invasión solapada de nuestro territorio por parte de colonos ingleses en la zona de los ríos Yuruari y Cuyuní  y en 1887 el Foreing Office presentó una nueva línea divisoria, tercera línea Schomburgk (línea roja en el mapa) “que pretendían incluir la mayor parte de las minas de oro” en territorio de la Guayana Británica  “(…) las aspiraciones territoriales inglesas pasaban de 167.830 a 203.310 km2” (Donis 1988).

Las minas de El Callao en las cercanías de Upata, la población de Guasipati, las minas de Nueva Providencia y otras pasaban a manos inglesas y hasta quedaba comprometida la posesión del río Caroní. Venezuela rompió relaciones ante la Gran Bretaña de inmediato. CONTINUARÁ...

Mi agradecimiento al Lic. John Narváez  de la Casa de Estudio de la Historia de Venezuela “Lorenzo A. Mendoza Quintero”, Fundación Empresas Polar, por su ayuda en localizar la muy completa bibliografía sobre el tema en la Biblioteca de dicha casa de estudios.

FUENTES
Antonio Luis Cárdenas y Reinaldo Chalbaud Zerpa. 1965. Usurpación de la Guayana Esequiba. Movimiento Bolivariano de Mérida. Mérida, Venezuela.

Manuel A. Donís Ríos. 1988. Laudos fronterizos. Diccionario de Historia de Venezuela.  Tomo II. Fundación Polar. Caracas.

Enrique Bernardo Núñez. 1962. Tres momentos en la controversia de límites de Guayana. Ministerio de Relaciones Exteriores. Caracas

Julieta Salas de Carbonell. 2011. El despojo del Esequibo. Código Venezuela. 3 de Mayo 2011http://www.codigovenezuela.com/2011/09/ciencia/geografico/para-evitar-un-mal-mayor-i

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