Tomado de:
¿Y tanta palabrería acerca de la defensa de la patria y la
soberanía?...
JOSÉ TORO HARDY | EL UNIVERSAL
martes 4 de octubre de 2011 12:00 AM
En 1824 Gran Bretaña había reconocido el Río Esequibo como
límite occidental de la Guayana Británica. Sin embargo, atraída por las
riquezas auríferas de la región, ocupó poco a poco territorio venezolano,
llegando a proponer hacia 1870 la llamada Línea Schomburgk que llegaba hasta
las cercanías de Upata.
Aquello provocó la ruptura de relaciones entre Venezuela y
Gran Bretaña y condujo a la creación de un Laudo Arbitral que quedó constituido
por dos norteamericanos, dos británicos y un ruso. A Venezuela no se le
permitió nombrar a ninguno de los árbitros, aunque al menos pudo designar a un
abogado de Nueva York como representante jurídico de Venezuela ante el Tribunal
Arbitral. Se llamaba Severo Mallet-Prevost.
El resultado de aquel arbitraje, que tuvo lugar el 3 de
octubre de 1899, se conoció como el Laudo de París. A pesar de los avatares de
la Revolución Restauradora, Venezuela denunció de inmediato aquella decisión
declarándola írrita. El Laudo no tomó en cuenta para nada los claros títulos
que Venezuela poseía.
El Laudo fue el resultado de una componenda política. Así lo
denunció en memorando póstumo Severo Mallet-Prevost, afirmando que aquella
decisión fue "injusta para Venezuela y la despojó de un territorio muy
extenso e importante sobre el cual Gran Bretaña no tenía, en mi opinión, la
menor sombra de derecho".
Cuando Gran Bretaña concede la independencia a Guyana, se
firma el Acuerdo de Ginebra en 1966, en el cual las partes convienen en buscar
una solución "amistosa" y "aceptable". En 1970 las partes
suscriben el Protocolo de Puerto España, en el cual se congelan las
negociaciones por 12 años.
Venezuela considera el territorio al Oeste del Río Esequibo
como una Zona en Reclamación y así lo reconoce la comunidad internacional.
Jurídicamente la posición de Venezuela se fortalece al desconocer inversiones
que se realicen en ese territorio, hasta tanto se resuelva la disputa.
Esa fue la posición que sostuvimos en 1978 ante la
posibilidad de que Venezuela cooperara en la construcción del proyecto
hidroeléctrico del Alto Mazaruni a cambio de la disposición guyanesa de
proceder a un arreglo práctico de la disputa.
En todo caso, a partir 1983, al expirar el Protocolo de Puerto
España, Venezuela manifestó su intención de remitir la controversia al
Secretario General de la ONU, lo cual Guyana aceptó.
A lo largo de más de un siglo, la posición de Venezuela en
este sentido ha sido la misma. La Constitución aprobada en 1999 establece en su
Art. 10 que los territorios y espacios geográficos de la República "son
los que le correspondían a la Capitanía General de Venezuela antes de la
transformación política iniciada el 19 de abril de 1810, con las modificaciones
resultantes de los tratados y laudos arbitrales no viciados de nulidad".
Esto se refería al Laudo de París, que Venezuela siempre consideró nulo.
En el año 2004 las cosas comenzaron a cambiar. Fidel Castro
promovía la candidatura del ex presidente de Costa Rica, Miguel Ángel
Rodríguez, a la Secretaria General de la OEA.
Se dice que convenció a Chávez de apoyar esa candidatura.
Pero para poder garantizar el triunfo de Rodríguez, se necesitaban los votos de
las naciones del Caricom.
El Caricom tradicionalmente ha sido favorable a Guyana frente
a la reclamación territorial venezolana. Castro intervino para suavizar la
postura venezolana, a fin de inclinar el voto de esas naciones dentro de la OEA
a favor de su candidato, lo cual también favorecía a Chávez.
El plan de Castro funcionó a la perfección y Miguel Ángel
Rodríguez resultó electo como Secretario General de la OEA en el año 2004. Sin
embargo su pasantía por la Organización fue breve, ya que acusado de corrupción
en su país tuvo que renunciar y fue trasladado esposado a Costa Rica, donde fue
condenado a cinco años de cárcel.
Pero ahora ha llegado el momento de la verdad. Guyana ha
venido otorgando concesiones y procurando extender su mar territorial a 300
millas sin preocuparse de Venezuela. De salirse con la suya, Venezuela perdería
150 mil kilómetros cuadrados de áreas marinas y submarinas. Si lo que les hemos
escuchado al canciller Maduro y al embajador Chaderton representan la posición
oficial de nuestro país, mucho me temo que vamos a lanzar al cesto de la basura
los derechos que le corresponden a Venezuela. Una vez nuestra política exterior
la de define Cuba.
¿Y tanta palabrería acerca de la defensa de la patria y la
soberanía?... Bien gracias
Nota del editor del
blog: Al referenciarse a la República Cooperativa de Guyana se deben de tener
en cuenta los 159.500Km2, de territorios ubicados al oeste del río Esequibo
conocidos con el nombre de Guayana Esequiba o Zona en Reclamación sujetos al
Acuerdo de Ginebra del 17 de febrero de 1966.
Territorios estos
sobre los cuales el gobierno Venezolano en representación de la Nación
venezolana se reservo sus derechos sobre los territorios de la Guayana Esequiba
en su nota del 26 de mayo de 1966 al reconocerse al nuevo Estado de Guyana .
“...por lo tanto,
Venezuela reconoce como territorio del nuevo Estado, el que se sitúa al este de
la margen derecha del río Esequibo y reitera ante la comunidad internacional,
que se reserva expresamente sus derechos de soberanía territorial sobre la zona
que se encuentra en la margen izquierda del precitado río; en consecuencia, el
territorio de la Guayana Esequiba sobre el cual Venezuela se reserva
expresamente sus derechos soberanos, limita al Este con el nuevo Estado de Guyana,
a través de la línea del río Esequibo, tomando éste desde su nacimiento hasta
su desembocadura en el Océano Atlántico...”
Mapa que
señala el Espacio de Soberanía Marítima Venezolana que se reserva, como Mar
Territorial mediante el Decreto Presidencial No 1152 del 09
de Julio de 1968.
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