Mapa Oficial de
la República Bolivariana de Venezuela con la Zona en Reclamación - La Guayana Esequiba
Tomado de:
15 DE MAYO 2015 - 12:01 AM
A Diego Rojas Ajmad, colega y amigo
Cuando menos desde 1890 los venezolanos veníamos en
búsqueda de organización. Pero no se trataba del tipo de organización destinada
a resolver cuestiones propias de la vida cotidiana. En realidad, estaban
situados ante un asunto de mayor entidad. A lo que se enfrentaban en aquellos
tiempos era a las avanzadas inglesas en la zona del Esequibo. Frente a la
urgencia y lo decisivo de los hechos, desde todos los puntos de Venezuela
surgían propuestas y planes de acción.
Y cuando hablo de todos los puntos de Venezuela no exagero,
pues era así. Por citar un ejemplo, en la zona occidental venían proponiendo la
necesidad de tomar acciones inmediatas. A tal efecto, La Voz de
Falcón anunciaba el año indicado (1890) que “la patriota juventud de
Capatárida se prepara a constituir una sociedad patriótica Anti-inglesa
secundando las ideas que hemos emitido sobre este particular”. De manera que
Capatárida, Maracaibo, la región andina, la zona central, el oriente y el sur
se expresó en los mismos términos.
Preciso adelantar que, en este momento, no voy a ofrecer una
lista organizada de las agrupaciones que estuvieron guiadas por intereses de
este tipo en toda la extensión de la república. Por el contrario, me voy a
referir en esta oportunidad a las organizaciones femeninas que se propagaron de
norte a sur y de este a oeste de nuestra geografía.
Hay que comenzar por una precisión: las manifestaciones
tomaron fuerza a partir de 1894. Ese año, el ministro del Exterior, Pedro
Ezequiel Rojas, enviaba cartas a sus colegas de Hacienda, Interior e
Instrucción para denunciar “al país la existencia en algunos centros, de los
Estados Unidos, de libros y mapas donde se fijan límites atentatorios a los
verdaderos linderos del territorio patrio”. La prensa se hacía eco de las
denuncias ministeriales.
Lo cierto es que, poco a poco, comienza a advertirse la
existencia de un fenómeno que se había visto poco en tiempos pasados. Tales
manifestaciones tuvieron que ver con declaraciones femeninas sobre los sucesos
que tenían por centro la región del Esequibo venezolano.
En ese contexto, adquiere significación plena la noticia que
transmitía el telégrafo nacional en dirección a Caracas. La fecha del mensaje
fue el 21 de enero de 1895; la hora, 8:00 de la mañana. Decían las nerviosas líneas:
“Es halagador para el patriotismo la actitud que han asumido las mujeres
venezolanas en nuestra delicada cuestión de límites con la Guayana inglesa. Se
conoce que bien les cuadra el nombre de neo espartanas conque las bautizó la
historia legendaria de nuestra Independencia”.
A continuación referían que el día anterior hubo en Táriba
una importante reunión de señoras y señoritas. En el acto se constituyó la
sociedad patriótica bajo el nombre de Damas Propagadoras de la Defensa de la
Integridad Nacional.
En Caracas, la nunca bien valorada Concepción Acevedo de
Taylhardat estaba al frente de la Sociedad Amor Patrio, concebida con idénticos
fines. La vicepresidenta de la agrupación, señora Dolores H. de Vásquez,
expresaba la fuerza de sus sentimientos con estas palabras: “No permitamos que
el inglés usurpador nos arrebate un solo palmo de tierra de nuestro territorio.
No hay que temer: morir o vencer, es nuestro lema”. Expresaba su seguridad de
que bajo el gobierno del presidente, general Joaquín Crespo, la honra del país
estaba garantizada.
La agrupación caraqueña se concretó en febrero de 1896, ese
mismo mes las señoras y señoritas de Ocumare dieron cuerpo a la Sociedad
Patriótica Gran Mariscal de Ayacucho.
Para ese año de 1896, las organizaciones de las venezolanas
habían llegado a ojos y oídos de los británicos. Lo sabemos porque un diario
caraqueño ofrecía esta noticia: “La actitud asumida por nuestras damas en la
cuestión anglo-venezolana ha levantado una polvareda en los
círculos femeniles de Londres”. Decía el periódico citadino que uno
de los impresos ingleses dirigido por mano femenina, The Woman, analizaba
la decidida conducta de las venezolanas.
Ese último año que tomo en cuenta, existían 24 asociaciones
de señoras y señoritas en nuestro país; todas hablaban de defensa de nuestra
soberanía. Las medidas que proponían no eran ingenuas, muy por el contrario.
Estaban, además, las propuestas individuales. Una de esas
mujeres (que firmaba solo como Clementina), hablaban de bloqueo a los productos
ingleses. Una carta que dirigió originalmente al periódico caraqueño El
Tiempo en 1895, fue reimpresa en varios órganos de comunicación de todo el
país. Al reproducirla en El Cronista, de Maracaibo, la elogiaban sin
ambages.
En determinado momento de su aguerrida comunicación, decía
Clementina que era ajeno a sus luces entender por qué no se había efectuado el
bloqueo a los productos ingleses que algunas voces habían propuesto. Ante esa
pasividad de sus congéneres masculinos, estaba convencida de que, siendo la mujer
encargada de la administración hogareña, nadie como ella estaba llamada a
cumplir ese fin.
He aquí sus atinadas palabras al respecto: “Señoras y
señoritas de Caracas, apersonémonos de la causa que los hombres han visto con
tan marcada indiferencia. En nuestras manos está el manejo de los fondos
destinados para los gastos diarios de la familia, comprometámonos, pues, a no
invertir ese dinero, en la compra de mercancías que sean de procedencia
inglesa”.
Añadía Clementina que por estar la Gran Bretaña “gobernada
por una señora”, nada “más natural, que sean las hijas de Venezuela las que
vengan a organizar una guerra pacífica contra la reina inglesa, para obligarla
de este modo a respetar la integridad del territorio patrio”.
Tendrán que convenir conmigo sobre el carácter irrebatible de
los argumentos expresados por esta venezolana en 1895. Pero había posiciones
femeninas que tocaban ámbitos discutibles. Por ejemplo, aquel punto de vista
que hablaba de enfrentar la usurpación inglesa con medidas radicales, como esta
que señalo: “Ahorcar, sin compasión, a la mujer venezolana que dé su mano en
matrimonio a un súbdito de la Reina Victoria”.
Probablemente muchos no estaremos de acuerdo con esta última
alternativa. Sí sabemos cuál fue el resultado de todo ese proceso referido a la
Guayana venezolana. Ante ese resultado, no me negarán que, como otras tantas
veces en la historia de nuestro país, la mayoría de sus pobladores tuvo mayor
lucidez política que sus gobernantes.
alcibiadesmirla@hotmail.com
2005 La
Guayana Esequiba – Zona en Reclamación. Instituto Geográfico Simón Bolívar Primera Edición
Nota del
editor del blog:
Al referenciarse a la República Cooperativa de
Guyana se deben de tener en cuenta los 159.500Km2, de territorios ubicados al
oeste del río Esequibo conocidos con el nombre de Guayana Esequiba o Zona en
Reclamación sujetos al Acuerdo de Ginebra del 17 de febrero de 1966.
Territorios estos sobre los cuales el Gobierno
Venezolano en representación de la Nación venezolana se reservo sus derechos
sobre los territorios de la Guayana Esequiba en su nota del 26 de mayo de 1966
al reconocerse al nuevo Estado de Guyana:
“...por lo tanto, Venezuela reconoce como
territorio del nuevo Estado, el que se sitúa al este de la margen derecha del río
Esequibo y reitera ante la comunidad internacional, que se reserva expresamente
sus derechos de soberanía territorial sobre la zona que se encuentra en la
margen izquierda del precitado río; en consecuencia, el territorio de la
Guayana Esequiba sobre el cual Venezuela se reserva expresamente sus derechos
soberanos, limita al Este con el nuevo Estado de Guyana, a través de la línea
del río Esequibo, tomando éste desde su nacimiento hasta su desembocadura en el
Océano Atlántico...”
LA GUAYANA ESEQUIBA
http://laguayanaesequiba.blogspot.com/2008/01/la-guayana-esequiba.html
Terminología sobre cómo referenciar la
Zona en Reclamación-Guayana Esequiba.
Mapa que señala el
Espacio de Soberanía Marítima Venezolana que se reserva, como Mar Territorial mediante el Decreto Presidencial No 1152 del 09
de Julio de 1968
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