22 de abril 2015 - 12:01 am
Con este mismo título, el Centro Popular de Formación
Ciudadana (CPFC) realizó la semana pasada un concurrido foro en el Colegio de
Ingenieros de Venezuela, en el cual participaron como ponentes el embajador
Sadio Garavini y la doctora María Teresa Belandria, ambos especialistas en
temas internacionales y conocedores a fondo de la realidad del caso Guyana en
relación a NUESTRO Esequibo.
Como es bien sabido, la justa y legítima reclamación de
Venezuela sobre el territorio del Esequibo se mantuvo firme y tomó un nuevo
aire a raíz del “Acuerdo de Ginebra”, logrado bajo el gobierno de Leoni en
1966, con el cual el país mantuvo viva la controversia y su aspiración a lograr
una solución negociada pero con sólido fundamento legal. Desde ese entonces,
con mayor o menor intensidad, todos los gobiernos de la democracia mantuvieron
una actitud nacionalista e inequívoca respecto al tema. De hecho, mi generación
estudió geografía nacional con un mapa donde aparecía el Esequibo con rayas,
sobre el cual decía claramente: “Territorio en Reclamación”, y en los años
ochenta el tema hasta se convirtió en ícono popular cuando un famoso grupo de
rock nacional puso de moda una canción que coreaba “el Esequibo es mío, es
tuyo, es tierra venezolana…”.
Pero esa posición histórica cambió bajo Chávez, quien en 2004
dio un giro público respecto al tema, expresando de manera abierta que no se
opondría a que Guyana otorgara concesiones petroleras en ese territorio si eso
contribuía al desarrollo de la región, lo cual hizo obviamente por sugerencia
de Cuba y para ganarse el apoyo del Caribe, en función de su interés por tomar
fuerza en el seno de la OEA. Con esta postura evidentemente la posición de
Venezuela respecto a la controversia planteada se debilitó severamente,
reforzando además la ventaja obvia de Guyana, siempre beneficiada por la
situación de hecho, pero que aun así hasta ese momento se había abstenido de
otorgar concesiones precisamente por la oposición de los gobiernos venezolanos
anteriores.
Este hecho, que claramente constituye un punto de inflexión
negativo para la pretensión histórica del país, ha sido sucedido por eventos
recientes no menos graves. Es así como Guyana no solo ha seguido otorgando
concesiones petroleras a compañías transnacionales en la fachada atlántica del
Esequibo, sino que ahora lo hace con el apoyo abierto y directo de todo el
Caribe, e indirecto de Estados Unidos, comprometiendo además cuantiosos
recursos pesqueros de gran valor, más allá de las enormes reservas de petróleo
liviano y gas que hay en la zona.
Pero el problema no termina allí. De hecho, lo más grave de
lo explicado por Garavini y Belandria es que Guyana ha proyectado una fachada
atlántica propia a partir de la costa del Esequibo que invade de manera
inequívoca nuestro mar territorial y plataforma continental en la zona del
Delta, lo cual constituye, sin duda, la amenaza más grave que se cierne sobre
nuestro territorio en la actualidad.
Sin embargo, ante esta inaceptable actitud violatoria de
nuestra soberanía, este gobierno que se dice nacionalista no tiene una postura
firme y clara. No hay campañas publicitarias para sensibilizar al país, ni se
recogen firmas para que se deroguen las concesiones. Por el contrario, en un
acto de vulgar entreguismo, el gobierno venezolano mira a los lados, y tan solo
se limita a mandarle carticas a las empresas que reciben las concesiones, en
lugar de enviar contundentes notas de protesta al Estado que las otorga.
Decía la improvisada canciller de Maduro que le había “leído
la cartilla” al embajador de España en estos días. Esto, porque el Congreso de
ese país (así como los de Chile y Colombia) recientemente exigió la liberación
de los presos políticos en Venezuela. Para estos casos la canciller sí habla de
injerencia y violación de soberanía, pero es un manso cordero respecto a
Guyana, que nos está arrebatando el territorio. Así de entreguista y
antinacionalista es esta “revolución” que se envuelve en el tricolor nacional
para adversar a sus enemigos ideológicos, pero no para combatir a los
violadores de nuestro suelo. Eso es traición a la patria.
@CiprianoHeredia
2005 La
Guayana Esequiba – Zona en Reclamación. Instituto Geográfico Simón Bolívar Primera Edición
Nota del
editor del blog:
Al referenciarse a la República Cooperativa de
Guyana se deben de tener en cuenta los 159.500Km2, de territorios ubicados al
oeste del río Esequibo conocidos con el nombre de Guayana Esequiba o Zona en
Reclamación sujetos al Acuerdo de Ginebra del 17 de febrero de 1966.
Territorios estos sobre los cuales el Gobierno
Venezolano en representación de la Nación venezolana se reservo sus derechos
sobre los territorios de la Guayana Esequiba en su nota del 26 de mayo de 1966
al reconocerse al nuevo Estado de Guyana:
“...por lo tanto, Venezuela reconoce como
territorio del nuevo Estado, el que se sitúa al este de la margen derecha del
río Esequibo y reitera ante la comunidad internacional, que se reserva
expresamente sus derechos de soberanía territorial sobre la zona que se
encuentra en la margen izquierda del precitado río; en consecuencia, el
territorio de la Guayana Esequiba sobre el cual Venezuela se reserva
expresamente sus derechos soberanos, limita al Este con el nuevo Estado de
Guyana, a través de la línea del río Esequibo, tomando éste desde su nacimiento
hasta su desembocadura en el Océano Atlántico...”
LA GUAYANA ESEQUIBA
http://laguayanaesequiba.blogspot.com/2008/01/la-guayana-esequiba.html
Terminología sobre cómo referenciar la
Zona en Reclamación-Guayana Esequiba.
Mapa que señala el
Espacio de Soberanía Marítima Venezolana que se reserva, como Mar Territorial mediante el Decreto Presidencial No 1152 del 09
de Julio de 1968
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