http://www.infonews.com/2014/04/02/politica-132529-la-guerra-de-malvinas-y-el-lobby-falklands-vistos-por-un-britanico-malvinas.php
Tomado
El profesor Jim McAdam ayuda a comprender los orígenes y el
accionar del grupo de presión.
Casi exactamente un año atrás, la Universidad de Kent
(Canterbury, Reino Unido) fue testigo de una charla muy particular. Su único
expositor fue el profesor Jim McAdam, editor del Falkland Islands Journal y uno
de los técnicos que, en la segunda mitad de los '70, comenzaron a trabajar en
una transformación estructural del sector agrario isleño en aquellas Malvinas
ocupadas. Su ponencia se tituló: "El impacto del Informe Shackleton (1976)
en el desarrollo de las Islas Falklands (sic)". Lo sucedido con la economía
de la colonia británica en Malvinas entre 1976 y fines de los '80 constituye
una pieza clave de la historia del conflicto del Atlántico Sur. Al igual que en
el caso de la frustrada transferencia de soberanía a la Argentina en 1968, el
Lobby Falklands sería su autor intelectual. McAdam, entrevistado por este
autor, nos ayuda a comprender los orígenes y el accionar de este desconocido
pero estratégico grupo de presión.
EL LOBBY FALKLANS Y "LOS DESEOS".
EL LOBBY FALKLANS Y "LOS DESEOS".
Comenzamos por recordarle a McAdam que el investigador inglés
Clive Ellerby, en su trabajo Role of the Falklands Lobby comienza diciendo:
"El pragmatismo de mediados de los '70, probablemente habría conducido al
gobierno británico a transferir la soberanía de las Falkland si no hubiera sido
por el lobby de las Falkland surgido para contrarrestar la presión de las
demandas argentinas. Sorprende, por lo tanto, que las actividades y la
influencia de este grupo de presión hayan sido en gran parte pasadas por alto o
mal entendidas". McAdam acuerda con esta posición. Asegura que "el
lobby de la Falklands fue muy influyente en un momento (finales de los '70)
cuando las islas enfrentaban el gran peligro de que su soberanía fuera
transferida 'por sus propios intereses'.
El Lobby de las Falklands fue crucial
para alcanzar la modificación que incluyera los 'deseos' de los isleños en
cualquier debate sobre la soberanía". Y no se equivoca McAdam. El Lobby
Falklands fue el primero en plantear la modernización y diversificación de la
economía isleña, puesto que el desarrollo y la diversificación económica de las
islas eran cruciales para lograr el apoyo británico (en primer lugar) e
internacional respecto de una política de autodeterminación para los isleños.
A
propósito, el especialista británico nos agrega que "si pensamos en el
contexto, la base económica de las islas –que depende en gran medida de la lana
obtenida de la ganadería ovina– había permanecido relativamente sin cambios
desde la década de 1860. Sin embargo, dadas las presiones externas globales
(por ejemplo la disminución constante del precio de la lana) y los aumentos en
el precio del petróleo, las Falklands entraron en una economía precaria que no
podía sostener ninguna forma de independencia y se encontraba frente a un total
aislamiento.
Para el establishment político británico, hacia finales de la
década de 1960, las Falkland habían comenzado a ser una 'carga' de la que era
mejor desprenderse, fomentándose el logro de una solución negociada de la
soberanía con la Argentina. Sin embargo, el gobernador de aquel entonces, sir
Cosmo Haskard, desconfiaba de las intenciones de la Argentina y con el
surgimiento del 'Lobby de las Falkland' el gobierno británico concedió en 1968
que la soberanía no se transferiría contra los 'deseos' (no los intereses) de
los isleños. Se trataba de un punto de inflexión fundamental. Sin embargo, la
economía continuó declinando...".
El Lobby Falklands y el Informe Shackleton. Pero McAdam no
contempla que la única e inédita mejora socioeconómica de los isleños se debió
paradójicamente gracias a nuestro país (Acuerdos de 1971). Esta mejoría
penetraba en las atribuladas mentes de los olvidados isleños (por parte de Gran
Bretaña). Fue entonces que el procurador David Ainslie –vinculado familiarmente
a la Falkland Islands Company– planteó en 1974 la necesidad de emprender una
senda de autosuficiencia económica. En efecto, tanto Ainslie como el Lobby
Falklands se pusieron pues en marcha. En eso consistió el Informe Shackleton
(1976), informe que en palabras de McAdam debe ante todo contextualizarse así:
"En 1974 las islas tenían una economía basada únicamente en un producto,
la lana.
Eso la tornó muy vulnerable y hacia finales de la década de 1960 y en
1970 la actividad agraria fue disminuyendo gradualmente. En su mayoría, las
personas en el Reino Unido creían que las islas eran económicamente inútiles.
Cada vez más, la Argentina incidía en la vida diaria de los isleños de las
Falkland, explotando el convenio de comunicaciones, el contrato de provisión de
combustible, la provisión de profesores de español a las islas, etcétera. Hubo
una disminución constante de la población, especialmente entre las mujeres
jóvenes, quienes visualizaban su futuro bien lejos de las islas. Contra este
telón de fondo tan sombrío para los isleños de las Falkland, a principios de la
década de 1970 el 'Lobby de las Falkland' tenía una visión acerca de cómo el
desarrollo económico podría crear unas islas Falkland autosuficientes.
Así que
persuadieron al gobierno del Reino Unido (a Harold Wilson, primer ministro y a
lord Callaghan, secretario de Relaciones Exteriores) para que se llevara a cabo
un estudio económico de las islas. Harold Wilson encargó a su colega
parlamentario del partido laborista lord Edward Shackleton (de Rio Tinto Zinc)
que redactara un informe sobre las perspectivas futuras de las Islas Falkland.
Shackleton era consciente de que el Foreign and Commonwealth Office (FCO)
esperaba que su estudio no encontrara ningún futuro económico para las islas, a
menos que colaboraran con la Argentina y que un informe tan negativo habría
impulsado la desviación constante hacia la Argentina y facilitado la eventual
entrega. De hecho el FCO quería incluir a un argentino en el equipo. Él se
negó. El equipo de Shackleton pasó cuatro semanas en las islas en enero de
1976, y entregaron su informe en julio de ese año. El Informe fue de enorme
importancia para las Islas Falkland."
Resultados del Shackleton (I). Hacia la reforma agraria y el
freno a la fuga de divisas McAdam sintetiza los principales resultados en que
"las islas no eran un drenaje constante para el contribuyente británico,
como se creía. Había grandes oportunidades para el desarrollo: en la
agricultura, la pesca, los recursos naturales, etcétera. Pero la inestabilidad
política era importante y contraria. Su conclusión general fue que, a pesar de
todo lo que se sostenía en contra (el aislamiento, la población, el medio
ambiente, los argentinos) las Falkland habían sido y podrían seguir siendo una
comunidad económica viable siempre que se abordaran algunos problemas urgentes,
y entre ellos uno central. La cuestión de la tenencia de la tierra estaba
ahogando la economía y el desarrollo rural. Era vital tomar la tierra de los
terratenientes ausentes y ponerla en manos de la gente."
Como seguramente
le habrá ocurrido a Ud., estimado lector, nos sorprendieron mucho estas últimas
líneas. ¿Acaso se proponía una suerte de socialización de la tierra? McAdam nos
explicó más en profundidad: "Se trataba de una recomendación muy radical
en aquel momento. Y para solucionar ese problema se propuso esta solución:
reinvertir en agricultura y frenar el flujo de fondos desde las islas; ampliar
la propiedad rural, crear oportunidades de empleo y detener la emigración;
fortalecer el equipo de gobierno local para iniciar, ayudar y realizar el seguimiento
de las oportunidades de desarrollo; construir carreteras y ampliar la pista
permanente."
Resultados del Shackleton (II). Guerra y autodeterminación.
Según nuestro entrevistado, el informe Shackleton tuvo el siguiente impacto en
Londres: "Demostró que la colonia tenía un futuro independiente de la
Argentina y Shackleton insistió en que las islas no debían ser entregadas a ese
país. El informe convenció a muchos diputados británicos de que las islas eran
un valioso activo económico para Gran Bretaña y ayudaron a rechazar la
iniciativa de venta y posterior arrendamiento (leaseback) en 1980. Sin embargo,
prácticamente nada se hizo con relación a las recomendaciones de Shackleton
". Así hasta el 2 de abril, claro. Es decir, lo que el Lobby Falklands no
había conseguido antes del conflicto, lo consiguió después. Al respecto, opina
nuestro entrevistado: "
La invasión argentina (sic) y la guerra de las
Falkland en 1982 alteró completamente el cuadro. Las Falkland estaban
repentinamente en el centro de la atención mundial y muy arriba en la agenda
política del Reino Unido, de modo que ahora Gran Bretaña tenía que hacer algo.
En mayo de 1982 la primera ministro Margaret Thatcher pidió a Shackleton que
revisara su informe y recomendara grandes inversiones. Él emitió su segundo
informe en agosto de 1982". En conclusión, sólo después de la guerra
Londres prestó atención a las recomendaciones de Shackleton. ¿Es ilógico
suponer que el Lobby Falkland utilizó el Incidente Davidoff y derivaciones (20
de marzo hasta finales de mes) para escalar la belicosidad del conflicto? La
pregunta fue obviamente formulada a McAdam, quien nos respondió: "Es un
despropósito que haya algunos argentinos que crean que otros y no ellos fueron
los únicos responsables de la guerra. Desconozco si el Lobby Falkland escaló el
Incidente Davidoff o no. ¡Soy un simple agrónomo!" ¿Fuimos los únicos
responsables? Creemos resulta de importancia capital trabajar en el análisis de
este desconocido pero estratégico actor y su rol en el desencadenamiento de la
conflagración y los sucesivos saboteos a la paz por parte de Margaret Thatcher.
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