http://www.tiempodesanjuan.com/notas/2014/4/2/juan-coleccion-grande-libros-malvinas-53634.asp
Tomado de:
2 de abril: Día del veterano y de los caídos en la guerra
Es de la familia Montaño-Rodríguez, ambos profesores de
Historia. El hermano de Montaño murió en Malvinas y su madre es una de las
primeras luchadoras por el reconocimiento de los muertos en la guerra. Por
Viviana Pastor.
miércoles, 02 de abril de 2014
Por Viviana Pastor
Son casi 200 libros sobre Malvinas escritos por argentinos,
ingleses, brasileños, franceses, hasta una tesis doctoral realizada en Italia,
forman parte de la Colección Sanjuaninos Caídos en Malvinas, de la familia
Montaño – Rodríguez, y es la más grande de Cuyo y Norte del país.
La colección cuenta con algunas joyas como el primer libro
que se escribió sobre el tema, “Las Islas Malvinas”, del francés Paul
Groussac, quien murió en Buenos Aires. Groussac fue el primero en
documentar y demostrar que las Malvinas pertenecen geográficamente y políticamente
a la Argentina, en 1910.
Los dueños de la colección, el matrimonio formado por Miguel
Montaño y Analía Rodríguez, son profesores de Historia, pero su pasión por
Malvinas tiene un componente sentimental: El hermano de Montaño, Agustín Hugo,
fue el primer sanjuanino que murió en la guerra de Malvinas, mientras prestaba
servicio como miembro de la Fuerza Aérea.
“Todo comenzó el 2 de abril, cuando nos levantamos y nos enteramos que habíamos tomado Malvinas, yo tenía 18 años. Mi hermano había enviado una carta contándonos que estaba en las islas. Nos dio mucha tristeza y temor por lo que podría pasar. Una mañana apareció en la puerta de casa un Falcon de donde se bajaron dos oficiales. No hizo falta que hablaran, inmediatamente nos dimos cuenta, nos abrazamos y lloramos. Luego le dijeron a mi madre que su hijo había caído en Malvinas dando su vida por la patria. Ahí comenzó mi obsesión por tener todos los diarios, revistas y libros que hablaran del tema”, contó Miguel.
“Todo comenzó el 2 de abril, cuando nos levantamos y nos enteramos que habíamos tomado Malvinas, yo tenía 18 años. Mi hermano había enviado una carta contándonos que estaba en las islas. Nos dio mucha tristeza y temor por lo que podría pasar. Una mañana apareció en la puerta de casa un Falcon de donde se bajaron dos oficiales. No hizo falta que hablaran, inmediatamente nos dimos cuenta, nos abrazamos y lloramos. Luego le dijeron a mi madre que su hijo había caído en Malvinas dando su vida por la patria. Ahí comenzó mi obsesión por tener todos los diarios, revistas y libros que hablaran del tema”, contó Miguel.
Así se inició la colección que hoy es la más importante de
Cuyo. También tiene copias de cartas de ex combatientes enviadas a sus
familiares en San Juan y portadas de los diarios de la época.
El ostracismo que se produjo después de la pérdida de esa
desequilibrada guerra, hizo que por muchos años nadie hablara del tema. “Esta
indiferencia de la gente y el olvido de los caídos en Malvinas, 649 argentinos
y 23 sanjuaninos, me enojó y sentí la necesidad de indagar sobre lo que había
pasado, ahí empecé a estudiar Historia”, aseguró Montaño.
Estudiando la carrera conoció a su actual esposa, quien se
sumó con la misma pasión al tema Malvinas y juntos escribieron el libro
“Malvinas, su historia. San Juan, sus héroes”. La mayoría de esos libros fueron
distribuidos en escuelas de la provincia.
Algo que le costaba asumir a la familia era no saber dónde
estaba el cuerpo de Agustín, su madre, Pascuala de Montaño, se convirtió en una
de las primeras luchadoras por el reconocimiento de los soldados caídos.
Pascuala quería saber dónde estaba enterrado su hijo y en 1992 pudo visitar el
cementerio donde los ingleses habían enterrado a los soldados argentinos en
Malvinas.
Los profesores siguen comprando libros y reciben todo tipo de
donaciones de material relacionado. Los libros se pueden consultar pero no se
prestan, ya que algunos que fueron prestados no los pudieron recuperar. Pero
están dispuestos a fotocopiar si algún docente o alumno quisiera investigar el
tema.
La idea es que en el futuro la colección forme parte de una biblioteca especializada.
La idea es que en el futuro la colección forme parte de una biblioteca especializada.
Pareja de escritores
El primer libro que escribieron juntos Miguel y Analía fue
sobre el poncho sanjuanino, que hasta entonces no estaba difundido.
Investigaron sus orígenes y significado y lograron que el Gobernador
reemplazara el poncho rojo que usaba en el Cruce de Los Andes por el poncho
beige que es el local.
Después escribieron el libro de Malvinas; y el último es uno sobre la historia de la Cabalgata a la Difunta Correa, que esta pronto a editarse.
Después escribieron el libro de Malvinas; y el último es uno sobre la historia de la Cabalgata a la Difunta Correa, que esta pronto a editarse.
La familia Montaño pertenece a la agrupación FACAMA,
Familiares y Amigos de Caídos en Malvinas. Se dedican a dar charlas en las
escuelas durante todo el año para difundir el tema y que no caiga en el olvido.
El primer sanjuanino caído en Malvinas
Agustín Hugo Montaño tenía 25 años cuando lo mandaron a
Malvinas, el trabajaba en la Fuerza Aérea como especialista en los aviones
Pucará, tenía esposa y un hijo en Santa Fe.
En la mañana del 1 de mayo comenzó un ataque de los ingleses en Puerto Darwin, en la isla Soledad, sonó la alarma y Agustín trataba de hacer arrancar un avión. Aparecieron los Sea Harrier, aviones ingleses, “podría haber corrido y salvar su vida pero siguió intentando arrancar el avión y cayeron las bombas. El avión donde estaba mi hermano tenía bombas y explotó todo. Ahí murieron 8 argentinos entre ellos Agustín”.
En la mañana del 1 de mayo comenzó un ataque de los ingleses en Puerto Darwin, en la isla Soledad, sonó la alarma y Agustín trataba de hacer arrancar un avión. Aparecieron los Sea Harrier, aviones ingleses, “podría haber corrido y salvar su vida pero siguió intentando arrancar el avión y cayeron las bombas. El avión donde estaba mi hermano tenía bombas y explotó todo. Ahí murieron 8 argentinos entre ellos Agustín”.
Cuando los ingleses retoman el control de las islas
levantaron los cadáveres e hicieron una fosa común en la misma zona, donde
enterraron todos los cuerpos. “Deducimos que en el campo de batalla había cuerpos
desarmados, pedazos de cuerpos y por eso no hay seguridad cuantos hay, pero
creemos que son unos 300 en la fosa común”, contó Miguel.
En el 2007, gracias a una ley provincial, se impuso el nombre
“Cabo Principal de la Fuerza Aérea Argentina suboficial Agustín Hugo Montaño”
al ex barrio Hualilán Sur.
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