miércoles, 3 de marzo de 2010

El Dorado celebra hoy 116 aniversario de su fundación






Tomado de:
http://www.eldiariodeguayana.com.ve/content/view/63732/1/

martes, 02 de marzo de 2010

El puente sobre el río Cuyuní, uno de los íconos.


El Dorado.- Con motivo de conmemorarse hoy el centésimo décimo sexto aniversario (116) de la fundación de El Dorado, se llevará a cabo una serie de actos cívicos, culturales y musicales, en la plaza Bolívar de la capital de la parroquia Dalla Costa en el municipio Sifontes. El programa elaborado por la dirección de Relaciones Públicas de la alcaldía de Sifontes, contempla que a las 9:00 am se celebre una Sesión Solemne, fungiendo Maigualida Cardozo como oradora de orden. A las 12:00 del mediodía es el desfile cívico, con la participación de los diferentes planteles educativos de la parroquia.


Aníbal Eduardo Sandoval
A las 7:00 de la noche se llevará a cabo la elección de la Reina de El Dorado, para continuar con la presentación de talentos artísticos locales, un grupo de regueton, la presentación especial de Johana Guzmán y una agrupación de música bailable.


RESEÑA HISTÓRICA
El 2 de Marzo de 1894, los primeros venezolanos asentados en las riberas del río Cuyuní y en confluencia con el río Yuruán, al mando del general Domingo Antonio Sifontes, liberaron sus energías creadoras en medio de la incertidumbre, del miedo y la confusión, para afirmar la soberanía nacional y los primeros cantos de libertad en esta frontera.


El Dorado, es una tierra circundada por los ríos Cuyuní y Yuruán, donde convergen una diversidad de ideas y luchas, en la proyección y consolidación de metas que persiguen sacar adelante a esta parroquia que forma parte del municipio Sifontes, es aquella soñada por muchos conquistadores de la época colonial, que siempre buscaron el oro, no en vano el pueblo está rodeado de diversas minas río abajo y río arriba, que son el principal soporte económico de la población.


El general Sifontes
Domingo Antonio Sifontes nació en 1834, en la población de Cantaura, estado Anzoátegui. Desde muy pequeño se trasladó a Tumeremo con sus padres donde se dedicó a las labores del campo. También, fue conocido como el llanero intelectual por su inclinación a la lectura y los estudios, según lo reseña el historiador y cronista del municipio Sifontes, Tomás Rafael Yépez, quien expresa: “El general Sifontes fue quien oficializó el nombre de la población de El Dorado, para este pueblo tiene un recuerdo muy importante y lo llevamos en el corazón como un hombre luchador, por su valor heroico en la lucha contra el invasor inglés”.


El encuentro del general Sifontes con la historia, tuvo lugar en El Dorado, cuando en 1894 se enfrentó a los ingleses, quienes provenientes de la Guayana Británica, hoy Guyana, cruzaron el Cuyuní por este lugar y se internaron en son de conquista en el territorio venezolano con ideas de llegar hasta El Callao y apoderarse de sus minas de oro. Sólo pudieron llegar al sitio conocido como “Piedra Escrita” en el camino hacia Tumeremo donde los enfrentó Domingo Sifontes y los hizo regresar a sus tierras de origen. Esta acción fue reconocida por la Asamblea Legislativa del estado Bolívar cuando al dictar la Ley Político Territorial que separaba a Tumeremo del Distrito Roscio, creó al Distrito Sifontes en 1993, convertido más tarde en lo que es hoy el municipio Sifontes.


Durante años los españoles estuvieron buscando un reino fantástico, El Dorado, que situaban en alguna parte de la Guayana venezolana. Nacido de la unión de varias leyendas, se creía que El Dorado era una ciudad hecha de oro y piedras preciosas. Muchos lo buscaron. Diego Berrío inició la conquista de Guayana, buscándolo.


Ubicación geográfica
Producto de esas fábulas, El Dorado fue ubicado entre la confluencia de los ríos Cuyuní y Yuruán, sobre una inmensa cuenca que contiene los yacimientos auríferos más grandes del país. Esta localidad debe su nombre al mito de El Dorado, que atrajo a América a muchos hombres como Pedro de Unsúa o Sir Walter Raleigh, éste famoso corsario inglés difundió la leyenda por toda Europa, que contaba que en esta zona vivió el Inca Maroa, quien poseía un palacio hecho en puro oro en honor al sol y a la luna.


En realidad, El Dorado fue una invención de los aborígenes para encantar a los hombres blancos de todo el mundo, salir de ellos y sacárselos de encima. Cayeron en esta trampa españoles, alemanes e ingleses. En su forma original, El Dorado aparece como una fábula andina. Era una laguna azul puesta en el tope de la Cordillera que tenía en el fondo sapos, culebras y lagartijas de oro. Andando los años y avanzando la conquista, esa imagen se transforma en el espejo de una Guayana traicionera, ombligo de oro del mundo americano.


La leyenda
El Dorado brota de la mente de los indios marrulleros. Al ver ellos que el interés inmediato del conquistador era el oro, inventaron en todas partes un truco que habría de servirle para librarse de los incómodos intrusos. Cada vez que el conquistador preguntaba al indio dónde estaba el oro, el indio le confiaba su gran secreto: "Este poquito de joyas que aquí habéis visto, no es nada: el oro está allá, allá, más allá…" y señalaban provincias remotas. De allá en más allá, los codiciosos se movieron hasta recorrer el mapa de una punta a la otra, y los indios confirmaron sus sospechas diciéndole: "No, español: El Dorado está allá, mucho más allá, allá, allá…" ¡En la Guayana! Donde corre un río diez veces más profundo y ancho que el Magdalena y la tierra está empedrada con granos de oro…


Dentro de ese mundo mágico del oro, entre el infortunio y el futuro promisor, hoy celebramos 116 años de la fundación oficial reconocida de El Dorado, quizás su existencia es de una data de muchos años atrás, pero se tomó el año de 1894, como un reconocimiento al gesto heroico y valiente de un hombre, cuyo nombre lleva nuestro municipio: el general Domingo Antonio Sifontes.


Desdicha y desventura
Omelio Cabeza, un nativo de esta población, ex alcalde y próximo a egresar como abogado de la UBV-Tumeremo, expresa: “ En el memorial de sus 116 años de su fundación El Dorado vive la desdicha y desventura ante tanta adversidad nunca antes vista en un pueblo arraigado en el trabajo de la pequeña minería; los grandes yacimientos han sido entregados y están siendo explotados por transnacionales del oro en consorcio con el Estado Venezolano, mientras miles de toneladas del mineral son extraídos, por estas empresas, anualmente de las entrañas de El Dorado, sólo se observa la mirada impávida de sus habitantes, que ve como los problemas sociales se han multiplicado y el pequeño minero ha sido acorralado por la falta de políticas públicas por parte del gobierno nacional”.


“Los habitantes anhelan un futuro mejor; un porvenir capaz de devolverle la confianza en los gobernantes a todos los niveles, por lo que se necesita mayor y mejor atención a los ingentes problemas que padece la población. En estos 116 años, debemos renovar la fe y la esperanza en el futuro y retomar el rumbo que jamás debimos perder.

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