Tomado de http://www.diariohoy.net/ del 14 de Diciembrede2008
El gobierno de Brasil aprobó el Plan Estratégico de Defensa que prevé la reformulación de las estrategias militares. El nuevo esquema tiene como objetivo la protección de los recursos naturales ante una eventual amenaza exterior
La nueva estrategia militar brasileña tiene entre sus objetivos la reestructuración y modernización de las Fuerzas Armadas. En ese marco, se incluyen las pretensiones de Brasilia de contar con un submarino de propulsión nuclear y la inminente compra de cuatro submarinos convencionales a Francia.
Por otro lado, con el nuevo plan, la administración de Lula da Silva procura dar un fuerte impulso a su industria armamentística. De este modo, se busca no sólo abastecer a sus propias fuerzas, sino también reposicionarse como uno de los principales complejos militares del mundo.
Otro de los puntos centrales del nuevo programa de Defensa, es la modificación de las hipótesis de conflicto. En la actualidad, las principales unidades del Ejército se ubican en el sur del país ante la posibilidad de un eventual enfrentamiento con Argentina. A partir de ahora, el foco de atención se centrará en la región amazónica y en los yacimientos petroleros hallados en el litoral atlántico.
La decisión del gobierno de Lula de rediseñar su estrategia militar tiene como objetivo una readaptación a los tiempos que corren en el planeta. Las guerras de la actualidad tienen su origen en la necesidad de las potencias mundiales de apropiarse de los recursos naturales no renovables.
En ese contexto, Brasilia advierte una desprotección de la Amazonia, el “pulmón del planeta”. Esa región comprende uno de los tesoros de la humanidad y, según diversos análisis, es un potencial escenario de futuros enfrentamientos.
No obstante, el principal factor que moviliza a Brasil a modificar su política de Defensa, son los campos petroleros hallados en su costa atlántica. En reiteradas ocasiones, Lula y sus principales ministros advirtieron que no tolerarán amenazas en esa zona. Para Brasilia, la principal preocupación es la reactivación de la IV Flota de la Marina de Estados Unidos. Esa formación patrulla las aguas del Océano Atlántico, desde julio pasado. A poco tiempo de su reaparición, Lula aseguró que la IV Flota se dirigía a los yacimientos petroleros.
El Plan Estratégico de Defensa y la inminente conformación del Consejo Sudamericano de Defensa, constituyen para Brasil los elementos de disuasión necesarios para abordar la realidad geopolítica mundial.
En definitiva, Brasil no hace más que reafirmar su papel como potencia emergente del Siglo XXI y como principal interlocutor sudamericano ante el mundo.
Leonardo Montero - APM
El gobierno de Brasil aprobó el Plan Estratégico de Defensa que prevé la reformulación de las estrategias militares. El nuevo esquema tiene como objetivo la protección de los recursos naturales ante una eventual amenaza exterior
La nueva estrategia militar brasileña tiene entre sus objetivos la reestructuración y modernización de las Fuerzas Armadas. En ese marco, se incluyen las pretensiones de Brasilia de contar con un submarino de propulsión nuclear y la inminente compra de cuatro submarinos convencionales a Francia.
Por otro lado, con el nuevo plan, la administración de Lula da Silva procura dar un fuerte impulso a su industria armamentística. De este modo, se busca no sólo abastecer a sus propias fuerzas, sino también reposicionarse como uno de los principales complejos militares del mundo.
Otro de los puntos centrales del nuevo programa de Defensa, es la modificación de las hipótesis de conflicto. En la actualidad, las principales unidades del Ejército se ubican en el sur del país ante la posibilidad de un eventual enfrentamiento con Argentina. A partir de ahora, el foco de atención se centrará en la región amazónica y en los yacimientos petroleros hallados en el litoral atlántico.
La decisión del gobierno de Lula de rediseñar su estrategia militar tiene como objetivo una readaptación a los tiempos que corren en el planeta. Las guerras de la actualidad tienen su origen en la necesidad de las potencias mundiales de apropiarse de los recursos naturales no renovables.
En ese contexto, Brasilia advierte una desprotección de la Amazonia, el “pulmón del planeta”. Esa región comprende uno de los tesoros de la humanidad y, según diversos análisis, es un potencial escenario de futuros enfrentamientos.
No obstante, el principal factor que moviliza a Brasil a modificar su política de Defensa, son los campos petroleros hallados en su costa atlántica. En reiteradas ocasiones, Lula y sus principales ministros advirtieron que no tolerarán amenazas en esa zona. Para Brasilia, la principal preocupación es la reactivación de la IV Flota de la Marina de Estados Unidos. Esa formación patrulla las aguas del Océano Atlántico, desde julio pasado. A poco tiempo de su reaparición, Lula aseguró que la IV Flota se dirigía a los yacimientos petroleros.
El Plan Estratégico de Defensa y la inminente conformación del Consejo Sudamericano de Defensa, constituyen para Brasil los elementos de disuasión necesarios para abordar la realidad geopolítica mundial.
En definitiva, Brasil no hace más que reafirmar su papel como potencia emergente del Siglo XXI y como principal interlocutor sudamericano ante el mundo.
Leonardo Montero - APM
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