Adolfo Taylhardat18 de junio 2015 - 12:01 am
El hábito no hace al monje. Desempeñar un puesto en la
Cancillería no convierte al funcionario en diplomático y mucho menos lo hace un
experto en relaciones internacionales. Un buen diplomático no se improvisa.
Para muestra un botón: la pasantía del ilegítimo por la Cancillería no le
sirvió para entender qué significa política exterior. Lo mismo puede decirse de
la señora Delcy Rodríguez.
El chavismo nunca ha tenido una política internacional. Lo
que ha habido es una improvisación permanente, resultado de las inspiraciones
momentáneas de quien ejerce la presidencia. Así fue durante el chavismo y
ahora, todavía peor bajo el madurismo. En estos últimos días hemos sido
testigos de un rosario de traspiés, por no decir metidas de pata, en el manejo
delas relaciones internacionales: el tratamiento dado a los expresidentes
Pastrana y Quiroga, lo ocurrido con la visita Felipe Gonzàlez, la cancelación
de la audiencia con el Papa, la acusación de que Colombia exporta miseria hacia
Venezuela, la excusa de una otitis para la cancelación del viaje a Italia, la
ausencia en la Cumbre UE – CELAC.
Hablar en este artículo de cada uno de esos traspié
requeriría muchas páginas. Por eso me voy a limitar al que tiene que ver con el
Decreto 1787 mediante el cual se crean y activan las “Zodimain” (parece el
nombre de un personaje de película de aventura): Zonas Operativas de Defensa
Integral Marítima e Insular.
Pero antes de seguir adelante considero necesario hacer un
breve paréntesis histórico para que no se me califique de traidor a la patria,
cómplice de Guyana o vendido al enemigo por lo que digo en este artículo.
En diciembre de 1961, siendo yo representante de Venezuela en
la Cuarta Comisión de la Asamblea General de las Naciones Unidas (Asuntos
Coloniales) se presentó como peticionario el entonces primer ministro de la
Guayana Inglesa, Cheddy Jagan, para exigir la independencia de esa colonia. A
raíz de eso presenté al entonces canciller Marcos Falcón Briceño un punto de
cuenta en el cual señalé que, antes de que le fuera concedida la independencia
a la Guayan Inglesa, Venezuela debía formular ante las Naciones Unidas un
planteamiento enérgico reivindicando su derecho sobre el territorio que le fue
despojado por el Laudo Arbiral de 1899. En ese mismo punto de cuenta recomendé
una serie de iniciativas y acciones destinadas a divulgar y consolidar los
alegatos venezolanos.
Mis planteamientos fueron elevados a la consideración del
presidente Rómulo Betancourt y ulteriormente en el Gabinete y se aprobaron mis recomendaciones.
Resultaría pesado narrar en detalle el proceso que se inició a partir de
entonces, pero destaco algunos hechos importantes: El entonces embajador
representante de Venezuela ante la ONU, Carlos Sosa Rodríguez, formuló en la
Asamblea General de las Naciones Unidas una primera declaración sobre el tema
para ese momento desconocido u olvidado por el tiempo que había transcurrido
sin que Venezuela reivindicara sus derechos. Posteriormente el canciller Marcos
Falcón Briceño hizo una firme y categórica intervención en la cual expuso en
detalle los fundamentos del reclamo venezolano y proclamó nulo e írrito el
Laudo Arbitral del 1899. La intervención del canciller Falcón Briceño condujo
al establecimiento de un mecanismo de reuniones de los ministros de Relaciones
Exteriores de Venezuela y el Reino Unido. Tuve el honor de acompañar al
canciller venezolano a las reuniones de ministros que tuvieron lugar en
Londres.
De estas reuniones emanó la decisión de convocar a una nueva reunión
en Ginebra con la participación del entonces primer ministro de la Guayana
Británica Forbes Burnham para considerar el “diferendo” sobre el territorio
Esequibo. En esa reunión, en la cual tuve también el privilegio de participar
como integrante de la delegación venezolana, fue aprobado el Acuerdo de Ginebra
que regiría el desarrollo de la reivindicación venezolana. Sin pecar de
presumido debo decir que junto con Germán Nava Carrillo (ambos teníamos para el
momento el rango de ministros consejeros en el Servicio Exterior Venezolano)
jugamos un papel determinante en la redacción de las normas del acuerdo que
establecieron el procedimiento que se seguiría en el desarrollo de la
reclamación.
Seguí conectado al tema durante algún tiempo más hasta que en
1966 me tocó pasar a la rama externa del Servicio Exterior. Además no estaba
muy de acuerdo con la manera como se estaba adelantando la reclamación a partir
del Acuerdo de Ginebra. Más información en:
Han transcurrido 49 largos años desde la firma del Acuerdo de
Ginebra y no se ha avanzado nada en el proceso de reivindicación del territorio
esequibo. Sobre todo en los últimos 17 años la política de “guante de seda” que
aplicó el fallecido fürer, continuada por el ilegítimo, para asegurarse la
simpatía de los países caribeños, ha jugado en contra de nuestra reclamación.
De pronto, reaccionando ante las críticas de la opinión nacional por la
pasividad del régimen y como para dar una demostración de machismo, el
ilegítimo promulgó el pasado 27 de junio el Decreto 1787 mediante el cual se
crea la “Zodimain Atlántica”.
Resulta a todas luces incongruente, por decir lo menos, que
este gobierno, que se auto proclama antiimperialista y anticolonialista, haya
dictado una medida de corte netamente imperialista y colonialista similar a las
que imponían las potencias coloniales durante el apogeo del colonialismo. El
Decreto de manera unilateral y arbitraria traza una línea que, partiendo de la
desembocadura del río Esequibo, se proyecta hacia el Atlántico e incorpora al
espacio marítimo venezolano toda el área de mar situado frente al territorio
esequibo, con lo cual transforma la llamada “fachada atlántica” venezolana en
la Zodimain Atlántica.
Como para que no quede duda del propósito del gobierno
venezolano al establecer esa zona, una nota publicada el 3 de junio en el sitio
web del Ministerio para la Información y la Comunicación, titulada “Venezuela
dejó a Guyana sin salida al Atlántico” dice, entre otras cosas, lo siguiente:
“Venezuela reitera sus derechos de soberanía en el Esequibo. Finalmente,
el Gobierno (de Venezuela) respondió a los múltiples abusos cometidos
por la República Cooperativa de Guyana” … “Ahora los guyaneses, que han
venido pretendiendo bloquear la salida por el Atlántico a Venezuela;
ahora, son ellos quienes se verán sometidos bajo la Zodimain Atlántica y
sin salida directa al Atlántico, tomando en cuenta el Laudo
Arbitral entre Guyana y Suriname del 17 septiembre 2007 (donde Surinam le
cerraría la salida al Atlántico por el este a Guyana)”. La nota publicada por
el Minci concluye diciendo: “Corresponderá en lo adelante al Ministerio
del Poder Popular para la Defensa, la ejecución y garantías de este Decreto
presidencial, en cuanto a la nueva Fachada Atlántica asumida por parte
de Venezuela”.
Esto que dice la nota difundida por el Minci delata el
trasfondo agresivo y alevoso de ese decreto. Además, en alguna parte leí que el
Decreto 1787 había sido concebido y redactado en el Ministerio de la Defensa,
lo cual demuestra la condición de grafiti pintado en la pared que juega la
cancillería.
Guyana ha reaccionado declarando que “ese decreto no tiene fundamento
y es un vergonzoso intento de usurpar el territorio de Guyana y busca también
denegar a Guyana su derecho legítimo de continuar sus iniciativas de
desarrollo”.
Lo cierto es que en fin de cuentas, en lugar de favorecer a
nuestro país ese decreto puso la pelota en manos de Guyana cuyo gobierno se
proclama víctima de una medida absolutamente contraria al derecho
internacional. En mi opinión el Decreto está reñido con las normas más
elementales del derecho internacional y del derecho del mar y ha estimulado la
solidaridad internacional a favor de Guyana que se presenta como el pequeño
país víctima de la prepotencia de su vecino poderoso. El gobierno de Guyana ha
anunciado que elevará el caso a las instancias internacionales, concretamente
las Naciones Unidas y expondrá la situación en la próxima reunión de Caricom
donde con toda seguridad recibirá el apoyo de toda la comunidad de países
caribeños. De hecho, ya el gobierno de Guyana le ha pedido al secretario
general de las Naciones Unidas que “acelere la búsqueda de una solución legal
al diferendo”.
Por culpa de ese traspié del ilegítimo Guyana se ha visto
fortalecida a los ojos de la comunidad internacional y ha quedado en
condiciones de poder manejar la evolución futura del caso. Manteniéndose dentro
del marco del Acuerdo de Ginebra Guyana puede escoger cuál de los medios de
solución pacífica contemplados en el Artículo 33 de la Carta de las Naciones
Unidas se aplicará ahora. La negociación fracasó, la investigación y la
conciliación están superadas, los buenos oficios, como ha quedado demostrado,
no han conducido a nada y el arbitraje está totalmente descartado porque
nuestro país, después de la experiencia de 1899, no se sometería a un nuevo
arbitraje. Quedan en pie la mediación que, conociendo la soberbia con la cual
el ilegítimo ha reaccionado ante los ofrecimientos de mediación que se han
hecho en relación con la situación interna del país, creo que está igualmente
descartada.
Por último está el recurso a la justicia. Si Guyana decidiera
acudir a la Corte Internacional de Justicia pondría a Venezuela en un auténtico
aprieto. Como Estado Miembro de las Naciones Unidas, Venezuela está obligada a
aceptar la jurisdicción de la CIJ y a acatar sus decisiones. Son numerosos los
casos de controversias entre países de nuestra región que han sido resueltos
por la CIJ (Colombia- Perú, Chile- Bolivia, Chile- Argentina, Colombia-
Nicaragua, Argentina- Uruguay, entre otros). Vale destacar que por su parte, la
cancillería guyanesa ha manifestado que “un proceso legal es el mejor, si no el
único camino abierto entre nosotros”, después de los fracasados intentos
anteriores para resolver la controversia.
Después de haber promulgado el decreto y de haberlo
presentado como una lección que se le estaba dando a Guyana, ante los efectos
negativos y las reacciones negativos que se han registrado, la cancillería
venezolana ha tratado de dorar la píldora asegurando que no hay ninguna
intención malvada detrás del decreto. En un comunicado oficial calificó de
positiva la declaración del Canciller Guyanes en el sentido de que la
resolución de la controversia debe buscarse dentro del marco del acuerdo de
Ginebra y afirmó que Venezuela “apuesta por el diálogo para la resolución de
este diferendo histórico”. Pero al mismo tiempo acusó nuevamentea la petrolera
estadounidense Exxon Mobil de “manipulaciones e intrigas” para “entorpecer las
buenas relaciones entre países vecinos”.
Guyana, por su parte considera que Venezuela trata de
“enmascarar la ilegalidad de sus acciones” hablando de su voluntad de resolver
pacíficamente la controversia y reiteró su posición en relación con el
conflicto.
Inevitablemente Venezuela sufrirá una vez más las
consecuencias de la improvisación, la precipitación, la ignorancia y la
ineptitud de quienes manejan nuestras relaciones exteriores. Les salió el tiro
por la culata.
2005 La
Guayana Esequiba – Zona en Reclamación. Instituto Geográfico Simón Bolívar Primera Edición
Nota del
editor del blog:
Al referenciarse a la República Cooperativa de
Guyana se deben de tener en cuenta los 159.500Km2, de territorios ubicados al
oeste del río Esequibo conocidos con el nombre de Guayana Esequiba o Zona en
Reclamación sujetos al Acuerdo de Ginebra del 17 de febrero de 1966.
Territorios estos sobre los cuales el Gobierno
Venezolano en representación de la Nación venezolana se reservo sus derechos
sobre los territorios de la Guayana Esequiba en su nota del 26 de mayo de 1966
al reconocerse al nuevo Estado de Guyana:
“...por lo tanto, Venezuela reconoce como
territorio del nuevo Estado, el que se sitúa al este de la margen derecha del
río Esequibo y reitera ante la comunidad internacional, que se reserva
expresamente sus derechos de soberanía territorial sobre la zona que se encuentra
en la margen izquierda del precitado río; en consecuencia, el territorio de la
Guayana Esequiba sobre el cual Venezuela se reserva expresamente sus derechos
soberanos, limita al Este con el nuevo Estado de Guyana, a través de la línea
del río Esequibo, tomando éste desde su nacimiento hasta su desembocadura en el
Océano Atlántico...”
LA
GUAYANA ESEQUIBA
http://laguayanaesequiba.blogspot.com/2008/01/la-guayana-esequiba.html
Terminología sobre cómo referenciar la
Zona en Reclamación-Guayana Esequiba.
Mapa que señala el Espacio de Soberanía Marítima Venezolana que se
reserva, como Mar Territorial mediante
el Decreto Presidencial No 1152 del 09 de Julio de 1968
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