Tomado de Las Verdades de Miguel. Historiae: 28 de octubre de
2011.
Hebert López Valladares
Desde el siglo XVII data la filibustera aspiración inglesa en
dominar la extensa provincia de Guayana, incluyendo las bocas del río Orinoco,
que se convirtió en sugestivo arbitrio para tramoyadas conquistas y
negociaciones imperiales.
La Gran Bretaña pretendió anexarse una porción considerable
de la codiciada región guayanesa. Un grupo de comerciantes ingleses (Charles
Harring y Richard Joffray, el coronel legionario James F. English, entre ellos)
en Angostura, a orillas del majestuoso río Orinoco, en 1819, plantearon la
fundación de una nueva “provincia autónoma” con el nombre de “Nueva Erin” o
“Nueva Irlanda”; su capital sería, también, una Nueva Dublín.
En los turbulentos tiempos de la llamada Guerra Federal “distinguidas familias mantuanas de Caracas,
Maracay y Valencia concibieron el proyecto de entregar la región entera guayanesa” a cambio de preservación de
sus intereses. A finales de 1861 se dirigió un documento a la Reina Victoria
con copias para las cancillerías de Francia, Alemania, Rusia y Estados Unidos,
exhortando a la intervención.
Durante el gobierno de
Juan Crisóstomo Falcón, insólito mariscal que nunca ganó una batalla, Venezuela
concedió al ciudadano norteamericano Henry Price, una extensión de territorio
nacional que incluía una considerable extensión de la Guayana; excedía los
300.000 kms2 a ser colonizados por confederados estadounidenses, finalizada la
guerra secesionista, en 1865. Después, la Inglaterra victoriana usurpa mediante
un viciado laudo al Territorio Esequibo.
Conocida es la
dignidad del general Cipriano Castro ante la defensa del territorio venezolano,
en 1902, cuando la Inglaterra encabeza un bloqueo naval a las costas, puertos y
ríos venezolanos. Por el contrario, apesadumbra la infidelidad patria de Juan
Vicente Gómez, al sancionar y degradar al general Fernández, quien rechazó
hasta el río Cuyuní, a las tropas
inglesas que avanzaron hasta Tumeremo.
En otra ocasión, tropas británicas “toman el bajo Roraima…”. Igualmente, el
general Gómez se negó a rechazar tal invasión. No obstante, la valentía y
pundonor de Lucas Fernández Peña (fundador de la ciudad de Santa Elena de
Guairén) los obliga a retroceder con el apoyo de las tribus Pemones y Akawai de
Guairén, Yuruaní, Chiricayen, Icabarú y Roraima. Gran Bretaña no cesa en su
obsesión conquistadora; y le impone mediante tratado, en 1942, a Venezuela que
para construir en isla de Patos “obras de defensa militar o naval tiene que
informar oportunamente” al Reino Unido.
Ahora, en el siglo XXI, y no por azar, las islas caribeñas
bajo dominio imperial británico inglés se niegan a reconocer la secular
soberanía de Venezuela sobre la septentrional Isla de Aves. También se han
propuesto con la neocolonial Guyana apoderarse del espacio marítimo esequibense
venezolano en su fachada atlántica. No se explica cómo la perfidia de esos
históricos adversarios de la Patria bolivariana se premia a través de
Petrocaribe, con petróleo y derivados en condiciones ventajosas.
Nota del editor del
blog: Al referenciarse a la República Cooperativa de Guyana se deben de tener
en cuenta los 159.500Km2, de territorios ubicados al oeste del río Esequibo
conocidos con el nombre de Guayana Esequiba o Zona en Reclamación sujetos al
Acuerdo de Ginebra del 17 de febrero de 1966.
Territorios estos
sobre los cuales el gobierno Venezolano en representación de la Nación
venezolana se reservo sus derechos sobre los territorios de la Guayana Esequiba
en su nota del 26 de mayo de 1966 al reconocerse al nuevo Estado de Guyana .
“...por lo tanto,
Venezuela reconoce como territorio del nuevo Estado, el que se sitúa al este de
la margen derecha del río Esequibo y reitera ante la comunidad internacional,
que se reserva expresamente sus derechos de soberanía territorial sobre la zona
que se encuentra en la margen izquierda del precitado río; en consecuencia, el
territorio de la Guayana Esequiba sobre el cual Venezuela se reserva
expresamente sus derechos soberanos, limita al Este con el nuevo Estado de Guyana,
a través de la línea del río Esequibo, tomando éste desde su nacimiento hasta
su desembocadura en el Océano Atlántico...”
Mapa que
señala el Espacio de Soberanía Marítima Venezolana que se reserva, como Mar
Territorial mediante el Decreto Presidencial No 1152 del 09
de Julio de 1968.
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