martes, 28 de mayo de 2013

Masacre en Guyana Investigación sobre una tragedia (La Guyana Esequiba Zona en Reclamación )


http://www.lavoz.com.ar/ciudad-equis/investigacion-sobre-tragedia-0





Tomado de:

Antonio Gagliano es uno de los cordobeses finalistas del Premio arteBA-Petrobras que se anuncia este viernes en la feria porteña. Explica cómo es “Guyana”, una instalación en torno del mayor suicidio colectivo de la historia.

Antes del 11 de septiembre de 2001, la peor tragedia no natural en la historia de los Estados Unidos había ocurrido en Guyana, el 18 de noviembre de 1978, donde 912 norteamericanos murieron tras ingerir, por orden del reverendo Jim Jones, una bebida sabor uva (Flavor Aid) con cianuro y Valium. Otras seis habían muerto horas antes en un tiroteo, al intentar escapar de la secta fundada por Jones. Ese episodio de suicidio colectivo es una de las aristas más perturbadoras de Guyana, el proyecto de Antonio Gagliano que fue seleccionado como finalista del Premio arteBA 2013 por el jurado presidido por el curador mejicano Cuauhtémoc Medina. Es la primera vez que el curador del premio es extranjero, y la idea que propuso el investigador de la Unam como título de la 10ª edición fue “Desplazamientos”. En su texto curatorial Medina escribió: “Llamamos a concurso a quienes, por decisión o necesidad, han partido, arribado o regresado a la Argentina, para constituir una mirada transformada por esos saltos: los portadores de ‘una maleta espiritual en otras latitudes’”.

Antonio Gagliano es uno de los dos cordobeses finalistas (Enrique Jezik es el otro). Recibió 25 mil pesos para montar su proyecto y compite por otros 50 mil (el Premio se anuncia mañana). Guyana, una “instalación+lectura dramatizada +publicación fanzine”, según el artista es “un tejido narrativo en donde una serie de pequeñas historias se van acumulando y son paulatinamente enlazadas por sus parecidos de familia. La pieza se activa una vez por día mediante un pase de imágenes de distinta intensidad que son comentadas en vivo por una actriz”. La actriz es Elisa Gagliano, la hermana de Antonio.

“El guion sensacionalista –continúa el autor– incorpora pasajes de diversos textos, estableciendo una cartografía narrada en donde se conectan puntos distantes de nuestra historia cultural reciente”. Los textos en relación son de tradiciones disímiles, las conexiones señaladas son sorprendentes, tensando un límite ligeramente cómico y terrible a la vez. Desde Las teorías salvajes, la novela de Pola Oloixarac, hasta Los Simpsons, pasando por la película de los ‘80 La supercamiseta de Sammy: ¿qué tienen en común todas estas cosas? Mientras monta la obra, Antonio responde.

–¿Cuál fue tu primer contacto con las historias que confluyen en “Guyana”?

–Creo que descubrí el caso de Jonestown en 2010, navegando alguna de esas páginas de rarezas y teorías conspiranoicas. Luego quedó almacenado hasta el año pasado, cuando surgió la posibilidad de comenzar un proyecto grande y me propuse recuperarlo y comenzar a investigarlo a fondo. El resto de las conexiones ocurrieron muchas veces de manera accidental. La supercamiseta de Sammy, por ejemplo, entró en el guion porque mi novia había visto la película de chiquita y se acordó un día de repente mientras charlábamos sobre el proyecto.


–Si hicieras una lista de sensaciones que te gustaría que pasaran por el cuerpo de un espectador de “Guyana”, ¿cuáles serían?

–Diría que la relación entre el calor y la sed son dos sensaciones muy importantes en el proyecto.


–En tu trabajo anterior “Kane” y en “Guyana” aparecen referencias a “Los Simpson”. ¿Qué importancia tiene ese programa en tus “desplazamientos”?

–Me gustaba mucho hace unos años, pero no tiene ningún estatus especial, pura coincidencia que Los Simpson salgan en dos trabajos.


–La masacre de Jonestown es uno de los mayores misterios de la historia, ¿qué fue lo que más te impactó para empezar a trabajar sobre ella?

–Quizás ese aspecto espectacular (“el mayor suicidio colectivo de la historia moderna”) y al mismo tiempo, ambiguo y espantoso del caso, que lo convierte en una suerte de emblema. Cuando busco este tipo de episodios intento que tengan la posibilidad de funcionar como grado cero de una idea, con una forma pura, pero no trato tanto de construir esa forma como de recolectarla de cualquier lugar. Entonces hay un trabajo de archivo, artesanía, copia, edición, traducción, cartografía, y todo esto es un proceso lentísimo y lleno de errores. Mi forma de trabajar es lo opuesto a la de la subjetividad inspirada, al momento eureka en el sentido de las bellas artes o la ciencia.

–“Guyana” siembra preguntas, ¿qué te seguís preguntando, como autor, tras el armado de la instalación?

–Un montón de cosas, casi las mismas que al principio; sobre todo en relación a cómo se organiza y transmite la cultura.
Más lejos

–Tanto en “Kane” como en “Guyana” hay algo con el tiempo: uno podría decir que tu trabajo es absolutamente contemporáneo pero tus materiales son del pasado. Las imágenes, los íconos, las historias. ¿A qué atribuirías esto?

–Quizás sea por el tratamiento de los contenidos. Creo que estas experiencias de narración distribuida o de múltiples hilos son una marca de época, está en mil series como The wire o Lost, en los videojuegos, la experiencia entera de surfeo en Internet. En esto –y en casi todo lo demás– el mundo del arte contemporáneo va atrasadísimo respecto a la cultura popular. Sobre la “antigüedad” de los materiales con los que trabajo, últimamente me estoy animando a ir más lejos para atrás y más cerca para adelante. Ya tengo entre manos algún proyecto sobre futurología.


–Los dos proyectos buscan los puntos en común entre varias historias. ¿Creés que el trabajo del artista tiene que ver con descubrir esos puntos o con crearlos, con inventar esa conexión?

–Creo que ya está todo ahí afuera, sólo hay que mirar con lupa y descubrir los hilos. En cuanto al trabajo de los artistas, el deber ser, creo que una de las cosas interesantes del campo artístico es que se pueden hacer un montón de cosas a la vez. Uno puede decidir qué tipo de operador cultural quiere ser y el abanico de posibilidades es muy grande.


2005 La Guayana Esequiba – Zona en Reclamación. Instituto Geográfico Simón Bolívar  Primera Edición

Nota del editor del blog: Al referenciarse a la República Cooperativa de Guyana se deben de tener en cuenta los 159.500Km2, de territorios ubicados al oeste del río Esequibo conocidos con el nombre de Guayana Esequiba o Zona en Reclamación sujetos al Acuerdo de Ginebra del 17 de febrero de 1966.

Territorios estos sobre los cuales el Gobierno Venezolano en representación de la Nación venezolana se reservo sus derechos sobre los territorios de la Guayana Esequiba en su nota del 26 de mayo de 1966 al reconocerse al nuevo Estado de Guyana:

“...por lo tanto, Venezuela reconoce como territorio del nuevo Estado, el que se sitúa al este de la margen derecha del río Esequibo y reitera ante la comunidad internacional, que se reserva expresamente sus derechos de soberanía territorial sobre la zona que se encuentra en la margen izquierda del precitado río; en consecuencia, el territorio de la Guayana Esequiba sobre el cual Venezuela se reserva expresamente sus derechos soberanos, limita al Este con el nuevo Estado de Guyana, a través de la línea del río Esequibo, tomando éste desde su nacimiento hasta su desembocadura en el Océano Atlántico...”


Mapa que señala el Espacio de Soberanía Marítima Venezolana que se reserva, como Mar Territorial mediante el Decreto Presidencial No 1152 del 09 de Julio de 1968

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