sábado, 23 de junio de 2012

“En política tres meses son un siglo” (la Guayana Esequiba)


http://www.panorama.com.ve/portal/app/vista/detalle_noticia.php?id=23189
Mapa Oficial de la República Bolivariana de Venezuela con la Zona en Reclamación -
Tomado de:

ENTREVISTA  J.J. Rendón

Cortesía J.J Rendón

Jueves 21 de junio de 2012 11:34 AM

Yesibeth Rincón / Maracaibo

Lograr la reelección del presidente colombiano Álvaro Uribe en el 2006, llevar a Juan Manuel Santos a la Casa de Nariño, en el 2010, cuando un mes antes las encuestas no le favorecían; o que Porfirio Lobo ganara en Honduras en pleno golpe de Estado estuvo en manos, en parte de un venezolano.

A lo largo de 25 años el caraqueño Juan José Rendón, conocido como JJ, de 48 años, es considerado por unos el gurú del márquetin político, para otros es el maestro de la publicidad negra. Sabe bien cómo ganar una elección. A su lista de campañas se añade la de otros políticos cuyas contrataciones no son públicas por pactos de confidencialidad.

La meta más cercana es devolverle el poder a los “priistas” mexicanos y tal parece que lo logrará. El azteca Enrique Peña Nieto, a quien asesora, se visualiza como el favorito a ganar la Presidencia.
Hoy, J.J Rendón y Asociados Creatividad Estratégica, se extiende por toda Latinoamérica. Rendón ha sumado “enemigos” a lo largo del continente. Se considera un “perseguido político” del Gobierno, al que llama régimen. De Venezuela se fue en el 2004 y no ha vuelto porque cree que en su país “no hay democracia”.

Está convencido de que todo lo que toca es oro, sin duda, si un problema no tiene JJ Rendón es la falta de autoestima. Su vida es todo un misterio. No revela nunca a dónde va, ni dónde vive por, según dijo, razones de seguridad. De él solo se sabe “lo que uno quiera filtrar de vez en cuando”. No hace nada casual y como buen psicólogo todo lo analiza. 

“A mí no me toman una foto si no quiero que me la tomen, no hago nada público por casualidad. Tengo muy clara la línea entre mi vida personal, afectiva, y de trabajo”, expresó. Sin embargo, le abrió las puertas de su vida a PANORAMA y conversó por espacio de una hora y 15 minutos, vía telefónica, desde México.

— ¿De dónde vino el interés por hacer campañas políticas?

— Mi mamá era adeca, ahora es opositora porque no tiene partido, pero en mi casa se hicieron reuniones de campaña todo el tiempo y yo vivía en la urbanización El Cafetal a la que le decían El Adecal, en Caracas, allí vivieron muchos líderes de Acción Democrática. Desde niño sin darme cuenta estuve vinculado, así como te llevan al parque, a mí me llevaban a pegar carteles de campañas políticas o ir a los actos. Siempre en la Universidad Católica Andrés Bello me involucré en las campañas del centro de estudiantes y del consejo universitario.

Me interesaba la psicología, el cine, la poesía, la filosofía, el teatro, no tenía claro lo que quería ser, si quería ser médico psiquiatra, psicólogo clínico, quería ser cineasta, creativo publicitario, o hacer todo a la vez. Era una persona bastante dispersa, estudié locución, artes escénicas, estudié cine, estudié montones de cursos de cosas que parecían inconexas y como dijo Steve Jobs, uno después es que conecta los puntos. Al final los puntos se conectaron en una conversación con una persona que estudió conmigo en la universidad y me dijo que yo iba a ser un perdedor, porque tenía tantas cosas en mi mente que para qué me iba a servir todo eso, que debía dedicarme a una sola cosa. Al día siguiente tuve claro para qué servía todo eso, me dije: ‘Conocer de publicidad, de psicología, de teatro, de cine, de televisión, de locución, de periodismo, en el lugar que sirve perfectamente bien es en las campañas electorales. Yo voy a ser asesor de presidentes”.

— ¿Y cómo comenzó a asesorarlos?

— Lee Preschel, publicista venezolano y fundador del Walter Thompson, fue uno de los que influyó en mí. Cuando yo tenía mi agencia de publicidad y no me fue bien por la crisis de 1994-1995, tuvimos muchas deudas y las terminamos pagando, la empresa tenía 64 trabajadores y a la final se quedó con cuatro, al terminar ese proceso Lee me preguntó: ‘¿qué vas a hacer?’ Y le dije: ‘Voy a abrir la agencia de comunicación y publicidad de nuevo’. Él me dijo: ‘No entendiste nada, acabas de pagar las deudas con lo que produjiste en política, lo que quiere decir que te reconocen un espacio y no te das cuenta’. Y Lee me hizo un experimento: ‘Manda 13 fax ofreciendo tus servicios a clientes comerciales y 13 fax a clientes políticos, deja pasar un mes y me dices qué pasó’, al mes los clientes políticos me habían llamado, invitado a comer y me ofrecieron trabajo.

— ¿A cuántos candidatos ha llevado al poder?

— A muchos, pero algunos no los revelo por acuerdos de confidencialidad. En Venezuela las campañas grandes fueron en 1987 con Carlos Andrés (Pérez) y en 1993 con (Rafael) Caldera, asesoré ministerios de la Defensa en ambos gobiernos. Trabajé para muchos candidatos a gobernaciones, en el Zulia ayudé a Lolita Aniyar de Castro, y en 1995 a Manuel Rosales para la Alcaldía, hice estudios de la creación de Un Nuevo Tiempo. Asesoré muchas alcaldías y gobernaciones.

El primer contrato o asesoría grande fuera de Venezuela fue en el 2000 cuando me vine a México a trabajar para el PRI (Partido Revolucionario Institucional) que había perdido las elecciones después de 72 años gobernando y quería hacer una reingeniería o resurgimiento, trabajo que ha durado 12 años y probablemente termine el 1 de julio con un presidente del PRI. La asesoría del PRI tuvo consecuencias, la gente se preguntaba sobre mí, entonces comencé a trabajar en Centroamérica, tuve oportunidades en Colombia en el 2005 cuando se fundó el Partido de la U para la reelección del presidente Uribe, fui consejero de Uribe y de su ministro de Defensa, Santos. Después se hizo la campaña de (Porfirio) Lobo en Honduras y ahora eso cogió un nivel de internacionalización mucho mayor. Estamos asesorando países de los que llaman la primavera árabe, muy en particular la rebelión libia y probablemente las elecciones en Libia.

— ¿Se vende caro usted?

— Hay una diferencia entre caro y costoso, caro es lo que no vale.
— ¿Costoso entonces?
— Costoso es lo que vale, lo que es valioso, si quieres una persona con capacidad de resolver problemas, con experiencia probada, con una metodología seria, sí, claro que vale que te paguen bien.

— ¿Cómo es un día en la vida de JJ?

— Mis días duran 18 horas mínimo. Nosotros somos intensos en la dedicación a las campañas, un día normal arranca después de las 10:00 de la noche. El día siguiente inicia cuando los periódicos de un país sacan las noticias que van a salir en la mañana en sus páginas web, cuando se editan los periódicos del día siguiente. Y el trabajo tranquilo de creatividad y pensamiento arranca después que se terminan los noticieros del día en que estás, después de las 9:00 y 11:00 de la noche. Esas horas que van desde las 10:00 de la noche hasta las 2:00 de la mañana es el momento en que uno puede revisar encuestas, estudios, estimar lo que va a pasar el día siguiente, ver lo que pasó ese día, escribir, enviar e-mails, y mandas todas las instrucciones y recomendaciones a esa hora. Te duermes a las 2:00 de la mañana, te levantas a ver lo que pasa a primera hora: entre 5:00 a 7:30 de la mañana. Descansas un rato como hasta las 10:00 de la mañana y allí vuelves a arrancar el día. Pero uno o dos días a la semana trato de dormir normal, entre 10:00 y 11:00 de la noche y levantarme a las 7:00 de la mañana.

— ¿Un candidato nace o se hace?

—Las dos cosas. Creo que la gente no nace sino que se desarrolla y va acogiendo en su vida las ganas de ser líder y de servir a los demás o de proponer proyectos y de realizar ideas, y por el camino se van testeando y a veces por ensayo y error unos llegan más lejos que otros. También hay profesionales que se ocupan de pulirlos para que sus objetivos se lleven a cabo más fácil, les ponen a la orden toda una cantidad de técnicas, metodología, conocimientos que les ahorra dinero y esfuerzo. Contrario a lo que uno pensaría que tener asesores es costoso, lo costoso es no tenerlos. La campaña más cara es la que se pierde. Y además esto es como los juegos olímpicos, si no ganas en esta te toca esperar cuatro o seis años, no hay medallas de plata.

— ¿El aspirante debe ser sincero con su propuesta?

—Sí claro, debe evitar prometer cosas que no va a poder cumplir.

— Está asesorando al PRI y a su candidato, ¿serán otros 70 años?

— Ya eso es un mito. No es cierto que el PRI gobernó 72 años, gobernaron diferentes grupos del PRI que era como un sindicato de partidos, un macropartido, y cada seis años gobernaba un grupo y se cambiaba para otro bajo las mismas siglas. Hubo PRI de derecha, PRI de centro izquierda, PRI neoliberales, hubo de todo. Esa ilusión se la crearon a ellos, pero pensar que ese PRI todavía existe no tiene sentido. Pensar que un gobernador o candidato presidencial como (Enrique) Peña Nieto que tiene ahorita alrededor de los 40 años, le quitas 12 años que estuvo el PAN en el poder, él estaba en el comienzo de los 30 años, entonces, ¿cómo decir que él participó de los 72 años! Es como pensar que un muchacho que pertenezca a un partido tradicional venezolano de hoy, que tenga 35 o 40 años fue parte de lo bueno o lo malo de la cuarta república. ¿Cuánta edad tenía (Henrique) Capriles cuando gobernó Caldera? ¿Qué tanta injerencia pudo haber tenido él en ese momento?

— Cuéntenos, ¿cómo fue que llevó a Santos a la Presidencia?

— Lo que la gente ve es el final de la película, pero eso comenzó en el 2005 con la creación del Partido de la U cuyo proyecto era poner un presidente en el 2010. Ese partido tenía que lograr la meta de ser la primera fuerza de las elecciones del Congreso el año siguiente (2011) y lograr reelegir a Uribe en el 2006 y esas dos cosas se lograron. El partido fue creciendo hasta que tuvo el tamaño para lanzar un candidato propio que terminó siendo Santos. En ese momento se generaron unas coyunturas ahí producto de los ataques que tuve yo en Colombia, quisieron que me distanciara del proyecto y lo tomó otra gente. Lamentablemente esa campaña entró a la deriva y al verse en esa situación el mismo partido pidió que me trajeran otra vez, Santos así lo quiso y yo volví 35 días antes de la elección. Cambiamos toda la estrategia comunicacional, íbamos perdiendo 30 días antes, y terminamos 47 a 21 en la primera vuelta y casi 70 a 30 puntos en la segunda.

— Usted asesoró al presidente Porfirio Lobo, ¿también estuvo detrás del golpista Roberto Micheletti?
— No, para nada. Yo conocí a Micheletti después que el presidente Lobo ganó, antes no estuve en contacto con él. La campaña de Lobo fue muy rara, porque se convirtió en el Presidente mejor votado en pleno golpe de Estado en Honduras.

— En la campaña de Santos usó a Chávez negativamente, ¿es un fetiche usar al Presidente?

— No, no. Chávez se mete en las campañas él solito. Yo nunca he necesitado promover o usar la imagen de Chávez en ninguna campaña. ¿Alguien tiene dudas del apoyo de Chávez a (Rafael) Correa, o a (Daniel) Ortega, o a (Cristina) Kirchner?, eso es un proyecto político hemisférico, donde son aliados. Que yo compita o me alíe con los que no son sus aliados y trate de evitar la expansión de la seudorevolución, eso me vuelve como que yo ataco o uso la imagen de Chávez en negativo.

— Pero esos pueblos han votado por ellos y han sido reelectos…

— Porque el modelo es el mismo, cambian la Constitución, aprueban la reelección, se quedan con las instituciones públicas… Hay una seudodemocracia, yo le puse neototalitarismo. Es una forma que no se puede considerar dictadura porque se respetan algunos derechos como libertad de expresión, libre tránsito, pero utilizan los mecanismos legales de control que permiten afectar a la oposición sin que ello se llame dictadura.

— ¿Desde cuándo se fue de Venezuela?

— Ido que no volví más desde el referendo revocatorio (2004). Yo fui denunciante del fraude de Smarmatic en el referendo, del tema de las máquinas, topes de las máquinas y todo eso. Lee (Preschel) me dijo también que me fuera: ‘Tú te tienes que ir de aquí, valídate afuera, pero aquí no te vas a poder validar”, fueron las palabras textuales de Lee.

— ¿Y por qué no ha vuelto?

— Porque recibí amenazas en ese momento muy fuertes. Yo nunca he sido militante de partidos políticos, siempre he estado del lado profesional y si no hay espacio profesional para ti y en otros países sí, te vas. Tú puedes ser opositor por tu cuenta, yo hago 50 o 60 conferencias al año y en cada una hablo de Venezuela, a cada político con el que tengo contacto le hablo de Venezuela, cada declaración que doy hablo sobre mi país. Tengo mi posición como opositor ganada por mi postura, que no me vendo.

— ¿Qué extraña de Venezuela?

— Muchísimas cosas, la gente ya no sonríe igual, la apertura de las personas cuando no había tanta inseguridad, la facilidad para relacionarse con la gente, extraño lo que ya no hay. La facilidad que tenía aquel que trabajara duro para ganar dinero y hacerse un camino y crecer, sí habían ricos de toda la vida, pero también había gente, yo fui uno, que venía de clase media, profesional, baja, y que lograron con esfuerzo salir adelante. Yo no veo ese espacio hoy en Venezuela.

— A usted lo llaman el rey de la propaganda negra, ¿por qué?

— Eso es un invento del chavismo porque yo me visto de negro. Me visto así porque estoy de luto por mi país, porque no se me olvida de donde vengo, no se me olvida que la gente en Venezuela es restringida por la falta de oportunidades, falta de libertades e inseguridad. Se ha creado una leyenda sobre mí de que soy supuestamente agente de la CIA y que uso técnicas de la Escuela de las Américas y operaciones psicológicas y cuanta técnica rara de manipulación hay. Han logrado que periodistas en otros países lo repitan. Lo hacen para afectar mi carrera, básicamente me atacan cuando hay campañas electorales.

— Hay gente que lo involucra con campañas sucias…

—Todos los que han dicho eso tienen demandas, lo seguirán diciendo y yo seguiré demandando. Yo demandé, por ejemplo, a Piedad Córdoba, porque dijo en España que su mala reputación era culpa de la guerra sucia que yo le había hecho.

— ¿Y ha recibido respuesta de estas demandas?

—No, con algunos como Lucho Garzón, exalcalde de Bogotá, miembro del Partido Verde, hicimos una conciliación, él se disculpó y yo pasé la página. Lo que no se vale es que quede impune. La mayoría de la gente sigue difamando.

— Usted dice que en Venezuela hay apoyo al narcotráfico, alcahuetería con la guerrilla, así como usted ha demandado a quienes lo difaman, ¿no teme que el Gobierno venezolano lo demande a usted?
— No lo ha hecho, se la pasan diciendo barbaridades de mí y yo siempre digo que si tienen pruebas denúncienme (...).

—Lo acusaron en Colombia de portar un pasaporte falso recientemente…

—Sí, y quedaron como los avestruces con la cabeza en la tierra y lo otro afuera. Ahí hubo detención ilegal, me dejaron indocumentado por cinco meses, perdí contratos, perdí la posibilidad de moverme y además el buen nombre. Hasta en la BBC de Londres salió que me habían detenido por un pasaporte falso.

— ¿Usted cree que el 7 de octubre se va a quitar ese color negro?

— A mí me encantaría. Yo creo que sí es posible, no hemos ganado, pero no todo está perdido.

— ¿Cuál era el candidato ideal para enfrentar a Chávez?

—Aquel que ganara las primarias y lograra la unidad, yo creo que (Henrique) Capriles logró eso. El candidato perfecto no existe, pero él ha logrado por primera vez desde 1998, sin mucho ruido, que la mayoría de los opositores lo vean como la persona que representa a la oposición. Las concentraciones que ha hecho son no acarreadas, sin dinero, la gente va porque quiere.

— Se dice que usted lo asesora…

—Dicen eso porque soy opositor. Yo por supuesto que quiero que Capriles gane. Ahora, el hecho que yo piense cosas, las diga y las comparta no significa una asesoría formal. Yo no tengo un rol ni dentro de la Mesa de la Unidad, ni dentro de la campaña hasta la fecha, pero tenemos ideas, propuestas, causas comunes.

— ¿Se ha comunicado Capriles con usted o viceversa?

—No, nunca he hablado con Capriles. He hablado con factores de la oposición porque los conozco, nos vemos en diferentes países. Hay relaciones, amigos en común, no hay un vínculo formal. El vínculo, mas que yo quiera tiene que ser que el otro quiera y él (Capriles) tiene sus asesores, y mientras él se sienta cómodo con lo que tiene yo le respeto y le auguro que le vaya bien. Aunque confieso que me gustaría participar, pero cada paciente escoge su médico.

—¿Por qué Capriles no sube en las encuestas, ¿qué le falta al candidato?

—No sé, y si lo supiera no te lo diría. No voy a hacer ningún comentario sobre Capriles, no le voy a hacer el trabajo a los de enfrente (al chavismo). Creo que las críticas que a veces hacemos públicas las podríamos hacer en privado si tuviéramos una instancia en la oposición que recibiera todos esos mensajes y creo que eso sería interesante, tener un grupo de gente de la campaña de Capriles que recoja críticas, reclamos y sugerencias para que no tengamos que publicarlas y que eso no facilite que el chavismo diga que hay división en la oposición.

— ¿Qué opina usted sobre las encuestas?, en Venezuela todas, hasta las vinculadas a la oposición, dan vencedor a Chávez.

—Las campañas se ganan el día de las elecciones no se ganan con encuestas, esos son indicadores de cómo van las cosas y que las cosas siempre pueden cambiar. Las campañas como la de Santos y la de Lobo demuestran que los resultados pueden cambiar con contundencia en poco tiempo, pensar que porque estemos abajo o arriba, o estemos iguales, ya ganamos o ya perdimos…, nada está dicho, en política tres meses son un siglo.

— Cree entonces que todavía hay tiempo para la oposición…
—No solamente hay tiempo, hay que corregir cosas por supuesto y habrá que tener más conciencia de lo histórico de esta elección y ser lo más metódico y disciplinado posible, pero mal no vamos.

—Hemos visto a la esposa de Peña Nieto (Angélica Rivera) metida en la campaña, ¿qué tan importante es tener una primera dama?

— Las primeras damas ayudan si es buena, pero hay casos donde más bien estorban. Ella tiene muy buena imagen. En el caso de Capriles ésta es una campaña muy ardua para él y muchos candidatos dañan sus relaciones porque la gente no aguanta esos periodos largos de separación. Conseguir para un político de ese tamaño una pareja adecuada no es fácil, tiene que ser alguien que le guste la política, que le guste trabajar por la gente, acompañar a su pareja, que sea tolerante, no es fácil. Entonces se puede optar por la soltería. Capriles puede viajar y hacer las giras que hace porque no tiene a nadie. La gente no vota por las primeras damas, vota por el candidato.

— ¿Tendría paciencia para esperar otros seis años más?

— Seis años es una locura, pero yo creo que ésta (elección) es muy importante. Porque va a haber muchos jóvenes que crecieron y hicieron su adolescencia dentro del régimen (Gobierno). Un muchacho de 23 años tenía 10 cuando Chávez empezó. No ha visto otra cosa. El 7 de octubre es la oportunidad para manifestarse.

— Así como el PRI, ¿cree que Acción Democrática pueda renacer de sus cenizas?

— Puede renacer, tú ves el PRI cómo renació, pero no es el momento ahorita de los partidos. Es el momento de la gente, de la unidad, la reconciliación y de mirar hacia el futuro, no hacia el pasado.

Usted no usa la bandera de ocho estrellas, ¿qué pensarán los guyaneses de usted?

A mí me da risa que ellos (el Gobierno) le pusieron la octava estrella por Guayana y si eso hubiera sido así tenían que haberle puesto nueve, porque, entonces el Esequibo dónde quedó. El Esequibo lo regalaron y no nos dimos cuenta. O la ponen de nueve o me quedo con la de siete y de nueve no la van a poder poner porque ya no tenemos soberanía sobre el Esequibo, hasta en los mapas lo quitaron.

1994 Guayana Esequiba - Zona en Reclamación MARNR Servicio Autónomo  de Geografía y Cartografía Nacional 3 Edición

Nota del editor del blog: Al referenciarse a la República Cooperativa de Guyana se deben de tener en cuenta los 159.500Km2, de territorios ubicados al oeste del río Esequibo conocidos con el nombre de Guayana Esequiba o Zona en Reclamación sujetos al Acuerdo de Ginebra del 17 de febrero de 1966.

Territorios estos sobre los cuales el gobierno Venezolano en representación de la Nación venezolana se reservo sus derechos sobre los territorios de la Guayana Esequiba en su nota del 26 de mayo de 1966 al reconocerse al nuevo Estado de Guyana .
“...por lo tanto, Venezuela reconoce como territorio del nuevo Estado, el que se sitúa al este de la margen derecha del río Esequibo y reitera ante la comunidad internacional, que se reserva expresamente sus derechos de soberanía territorial sobre la zona que se encuentra en la margen izquierda del precitado río; en consecuencia, el territorio de la Guayana Esequiba sobre el cual Venezuela se reserva expresamente sus derechos soberanos, limita al Este con el nuevo Estado de Guyana, a través de la línea del río Esequibo, tomando éste desde su nacimiento hasta su desembocadura en el Océano Atlántico...”


 Mapa que señala el Espacio de Soberanía Marítima Venezolana que se reserva, como Mar Territorial mediante el Decreto Presidencial No 1152 del 09 de Julio de 1968.

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