Tomado de:
http://www.ansa.it/ansalatina/notizie/notiziari/brasil/20091226144135003058.html
POR PABLO GIULIANO SAN PABLO, 26 (ANSA)
- Las elecciones de 2010 deberán tener un aumento de candidatos indígenas a concejales municipales, alcaldes, diputados y senadores, que marcará la intención de acceder a estamentos del poder formal por parte de la población originaria brasileña, estimada en 750.000 personas de 220 etnias que hablan 180 idiomas diferentes.
La realidad de las tribus en el gigante sudamericano tiene grandes matices: este mes se cumplió un año de que el Superior Tribunal Federal (STF) restituyó a pedido del gobierno a los indios la Reserva Raposa Serra do Sol ante la resistencia de productores rurales blancos que ocupaban el lugar, fronterizo con Guyana y Venezuela. Y por otro lado, en el otro extremo del país, cerca de la frontera con Paraguay, las disputas de tierras entre productores agrarios e indígenas generó la mayor ola de violencia, asesinatos y suicidios de los guaraní-kaiowá en toda su historia, a causa de la invasión del no indio y el achicamiento de sus tierras.
Fueron 42 asesinatos de guaraní kaiowás y 30 suicidios el pasado año.
"Los indios brasileños entendieron que necesitan estar ocupando cargos en las esferas del poder público. Ya hay más de 2.000 universitarios, la mayoría especializándose en derecho", dijo a ANSA Daniel Munduruku, escritor y licencido en filosofía, historia y antropología por la Universidad de Sao Paulo (USP).
Munduruku es originario de una tribu del estado de Pará y dirige el Instituto Brasileño de Propiedad Intelectual Indígena (Inbrapi), que combate el robo, mediante la llamada biopiratería, del conocimiento de la flora y fauna amazónica de los pueblos originarios por parte la industria farmaceútica y cosmética nacional e internacional.
Para Munduruku, el Estado brasileño necesita fiscalizar más a la empresas, organizaciones no gubernamentales, universidades que buscan el contacto con el indio para adquirir su conocimiento, es decir, su propiedad intelectual con fines de lucro.
El gobierno del presidente Luiz Lula da Silva es, dijo, "mucho mejor que los anteriores pero hizo menos de lo deseado" en la política indigenista, como por ejemplo, continuar sin colocar a un indígena al frente de la Fundación Nacional del Indio (Funai), el ente estatal encargado del sector.
Actualmente el 12,5% del territorio brasileño está formado por reservas destinadas a los indígenas. Los que están afuera de estos territorios son los llamados indígenas "aislados" (que no tuvieron contacto con el blanco hasta la actualidad) y los que aún disputan en la justicia la posesión de las tierras con productores rurales. Sin dudas, en el haber del gobierno del presidente Lula hacia los pueblos nativos se encuentra la cesión formal de las tierras de la reserva Raposa Serra do Sol, en el estado de Roraima, extremo norte del país. En diciembre de 2008 debieron salir unos 10.000 productores arroceros blancos que habían ocupado las tierras en las últimas décadas y que mataron durante las disputas a dos indígenas durante una invasión en forma de venganza.
La reserva tiene casi 17.000 Km2 y en ella viven 20.000 indígenas de cinco tribus. En 2008 fueron elegidos indígenas de la etnia macuxi como alcaldes de Uiramuta y Normandia, ambas dentro de la reserva Raposa Serra do Sol.
"Nosotros participamos cada vez más de laselecciones", dijo a ANSA el cacique macuxí, fundador de laCoordinación Indígena de Roraima, Jair José de Souza, que ahora vive y produce alimento dentro de la reserva indígena que se transformó en un emblema internacional hasta 2008 por la lucha de la tierra en Brasil.
"Desde que se fueron los arroceros la situación mejoró bastante para nosotros. Estamos esperando ahora que retiren los blancos casados con indias. En el aspecto productivo, criamos ganado bovino y aves de corral y plantamos arroz sin agrotóxicos y frijoles", comentó.
La reserva indígena, según el cacique Jair, se autoabastece. Apenas vende sus productos en la ciudad de Boa Vista, capital de Roraima, con el objetivo de comprar camiones y camionetas y la instalación de puestos de salud y escuelas.
Los niños de la reserva reciben educación indígena y en cuanto a temas de salud, muchas veces es llamado el "médico blanco" para curar enfermedades ajenas a la región de la reserva, donde viven las tribus ingaricós, macuxis, patamonas, taurepangues y uapixanas.
El cacique, conocido por haber encabezado la lucha por la tierra frente a los arroceros desde 1977 en la reserva, dijo que el presidente Lula fue invitado para una conmemoración en abril a entrar a la reserva. "Siendo un no indio, nosotros le agradecemos a Lula porque demarcó las tierras en 2005 y nunca dio marcha atrás pese a todas las presiones", dijo.
Según el presidente de la estatal FUNAI, la presencia política de los indígenas "es muy positiva", al hacer un balance sobre la participación en las elecciones de 2010. En 1982 el Congreso tuvo a su primer indígena como diputado.
El Partido Verde tendrá candidatos a diputados federales a Almir Suruí, de Rondonia, Julio Macuxi, deRoraima y Sandro Tuxa, de Bahía, si es que son aprobados por sus aldeas.
En la última elección municipal, en 2008, los indígenas eligieron 6 alcaldes y 90 concejales municipales. En Sao Gabriel da Cachoeira, estado de Amazonas, extremo noroeste del país, cerca de la frontera con Venezuela y Colombia, el alcalde, el vicealcalde y todos los ediles son indígenas. GAT
26/12/2009 14:41
http://www.ansa.it/ansalatina/notizie/notiziari/brasil/20091226144135003058.html
POR PABLO GIULIANO SAN PABLO, 26 (ANSA)
- Las elecciones de 2010 deberán tener un aumento de candidatos indígenas a concejales municipales, alcaldes, diputados y senadores, que marcará la intención de acceder a estamentos del poder formal por parte de la población originaria brasileña, estimada en 750.000 personas de 220 etnias que hablan 180 idiomas diferentes.
La realidad de las tribus en el gigante sudamericano tiene grandes matices: este mes se cumplió un año de que el Superior Tribunal Federal (STF) restituyó a pedido del gobierno a los indios la Reserva Raposa Serra do Sol ante la resistencia de productores rurales blancos que ocupaban el lugar, fronterizo con Guyana y Venezuela. Y por otro lado, en el otro extremo del país, cerca de la frontera con Paraguay, las disputas de tierras entre productores agrarios e indígenas generó la mayor ola de violencia, asesinatos y suicidios de los guaraní-kaiowá en toda su historia, a causa de la invasión del no indio y el achicamiento de sus tierras.
Fueron 42 asesinatos de guaraní kaiowás y 30 suicidios el pasado año.
"Los indios brasileños entendieron que necesitan estar ocupando cargos en las esferas del poder público. Ya hay más de 2.000 universitarios, la mayoría especializándose en derecho", dijo a ANSA Daniel Munduruku, escritor y licencido en filosofía, historia y antropología por la Universidad de Sao Paulo (USP).
Munduruku es originario de una tribu del estado de Pará y dirige el Instituto Brasileño de Propiedad Intelectual Indígena (Inbrapi), que combate el robo, mediante la llamada biopiratería, del conocimiento de la flora y fauna amazónica de los pueblos originarios por parte la industria farmaceútica y cosmética nacional e internacional.
Para Munduruku, el Estado brasileño necesita fiscalizar más a la empresas, organizaciones no gubernamentales, universidades que buscan el contacto con el indio para adquirir su conocimiento, es decir, su propiedad intelectual con fines de lucro.
El gobierno del presidente Luiz Lula da Silva es, dijo, "mucho mejor que los anteriores pero hizo menos de lo deseado" en la política indigenista, como por ejemplo, continuar sin colocar a un indígena al frente de la Fundación Nacional del Indio (Funai), el ente estatal encargado del sector.
Actualmente el 12,5% del territorio brasileño está formado por reservas destinadas a los indígenas. Los que están afuera de estos territorios son los llamados indígenas "aislados" (que no tuvieron contacto con el blanco hasta la actualidad) y los que aún disputan en la justicia la posesión de las tierras con productores rurales. Sin dudas, en el haber del gobierno del presidente Lula hacia los pueblos nativos se encuentra la cesión formal de las tierras de la reserva Raposa Serra do Sol, en el estado de Roraima, extremo norte del país. En diciembre de 2008 debieron salir unos 10.000 productores arroceros blancos que habían ocupado las tierras en las últimas décadas y que mataron durante las disputas a dos indígenas durante una invasión en forma de venganza.
La reserva tiene casi 17.000 Km2 y en ella viven 20.000 indígenas de cinco tribus. En 2008 fueron elegidos indígenas de la etnia macuxi como alcaldes de Uiramuta y Normandia, ambas dentro de la reserva Raposa Serra do Sol.
"Nosotros participamos cada vez más de laselecciones", dijo a ANSA el cacique macuxí, fundador de laCoordinación Indígena de Roraima, Jair José de Souza, que ahora vive y produce alimento dentro de la reserva indígena que se transformó en un emblema internacional hasta 2008 por la lucha de la tierra en Brasil.
"Desde que se fueron los arroceros la situación mejoró bastante para nosotros. Estamos esperando ahora que retiren los blancos casados con indias. En el aspecto productivo, criamos ganado bovino y aves de corral y plantamos arroz sin agrotóxicos y frijoles", comentó.
La reserva indígena, según el cacique Jair, se autoabastece. Apenas vende sus productos en la ciudad de Boa Vista, capital de Roraima, con el objetivo de comprar camiones y camionetas y la instalación de puestos de salud y escuelas.
Los niños de la reserva reciben educación indígena y en cuanto a temas de salud, muchas veces es llamado el "médico blanco" para curar enfermedades ajenas a la región de la reserva, donde viven las tribus ingaricós, macuxis, patamonas, taurepangues y uapixanas.
El cacique, conocido por haber encabezado la lucha por la tierra frente a los arroceros desde 1977 en la reserva, dijo que el presidente Lula fue invitado para una conmemoración en abril a entrar a la reserva. "Siendo un no indio, nosotros le agradecemos a Lula porque demarcó las tierras en 2005 y nunca dio marcha atrás pese a todas las presiones", dijo.
Según el presidente de la estatal FUNAI, la presencia política de los indígenas "es muy positiva", al hacer un balance sobre la participación en las elecciones de 2010. En 1982 el Congreso tuvo a su primer indígena como diputado.
El Partido Verde tendrá candidatos a diputados federales a Almir Suruí, de Rondonia, Julio Macuxi, deRoraima y Sandro Tuxa, de Bahía, si es que son aprobados por sus aldeas.
En la última elección municipal, en 2008, los indígenas eligieron 6 alcaldes y 90 concejales municipales. En Sao Gabriel da Cachoeira, estado de Amazonas, extremo noroeste del país, cerca de la frontera con Venezuela y Colombia, el alcalde, el vicealcalde y todos los ediles son indígenas. GAT
26/12/2009 14:41
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