lunes, 10 de agosto de 2009

Problemas y desafíos ante cumbre de Unasur



Tomado de:

http://spanish.china.org.cn/international/txt/2009-08/10/content_18305756.htm


El conflicto entre Colombia, Venezuela y Ecuador, el golpe de estado en Honduras y la crisis económica global y sus efectos en América del Sur marcarán la agenda de la III Cumbre de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), que comienza mañana lunes en Quito, Ecuador.


En la cita, el mandatario ecuatoriano, Rafael Correa, recibirá la presidencia pro témpore de este bloque de integración de manos de la jefa de estado de Chile, Michelle Bachelet, quien la ha ostentado por más de un año.


Ecuador acogerá esta cumbre cuando celebra 200 años del Primer Grito de Independencia y Correa asume la presidencia para el periodo 2009-2013, tras haber sido reelegido en los comicios del pasado 26 de abril.


La nueva institución enfrenta numerosos problemas y desafíos para cumplir uno de sus principales fines: "construir una identidad y ciudadanía suramericanas y desarrollar un espacio regional integrado en lo político, económico, social, cultural, ambiental, energético y de infraestructura".


Un punto previsto en la agenda es la designación del secretario ejecutivo de Unasur. El único que aparece como candidato es el ex presidente argentino Néstor Kirchner, pero su postulación aún no está confirmada.


Unasur se reúne en medio de graves tensiones por el conflicto que enfrenta a Colombia con Venezuela y Ecuador, iniciado tras el ataque al campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) el pasado año.


El referido conflicto se ha agravado por el acuerdo que Bogotá negocia con Estados Unidos para permitir el uso de bases colombianas a tropas norteamericanas y por las acusaciones contra Correa por supuestos vínculos con esa guerrilla.


Chile y Brasil han pedido que la crisis actual entre esas tres naciones sea analizada en la cumbre y por el recién creado Consejo de Defensa Sudamericano, formado por los ministros del ramo, cuya misión es generar confianza entre las fuerzas armadas de la subregión, pero Colombia se ha opuesto a ese debate.


El golpe de estado en Honduras será también motivo de análisis porque durante la Guerra Fría los países de América del Sur sufrieron asonadas y dictaduras militares, con un alto saldo de asesinatos y torturas.


Se espera una fuerte condena al régimen golpista de Roberto Micheletti en el país centroamericano y la exigencia de que el derrocado presidente, Manuel Zelaya, sea restituido en su cargo.


Los jefes de Estado analizarán los efectos de la crisis, surgida en Estados Unidos y que se extendió por el mundo, afectando seriamente a las economías sudamericanas, que han visto disminuir sus exportaciones hacia Estados Unidos, Europa y Asia, al tiempo que registran alzas en el desempleo y la pobreza.


Unasur debe hacer frente a otros viejos conflictos. Hay un deterioro en las relaciones entre Argentina y Uruguay por la instalación de una fábrica de celulosa de la empresa finlandesa Botnia en la zona uruguaya de un río fronterizo.


Sigue latente las diferencias entre Brasilia y Asunción por los precios y distribución de la energía de la represa de Itaipú hasta que ambos gobiernos lleguen a un acuerdo tras una propuesta brasileña.


Pese a un avance en sus lazos bilaterales, Chile y Bolivia no han resuelto el viejo diferendo por la petición boliviana de una salida al mar, que mantiene sin relaciones diplomáticas desde 1978 a estas dos naciones. Perú, por su parte, ha llevado a Chile al Tribunal Internacional de La Haya por sus diferencias limítrofes marítimas.


Bolivia y Perú enfrentan serios problemas, tras la acusación del gobierno de Alan García contra Evo Morales de que protege a "terroristas peruanos" en su territorio y viceversa.


Pese a tener buenas relaciones, Venezuela y Guyana mantienen desde hace más de 100 años un diferendo limítrofe por el Esequibo, una zona rica en minerales que abarca cerca de 160.000 kilómetros cuadrados y cuya soberanía es reclamada por Caracas.
Además, el subcontinente está claramente dividido en el orden político y parece difícil resolver las diferencias. Por un lado están los países de la Alianza Boliviana para las Américas (ALBA), que impulsa Venezuela, y que integran Ecuador y Bolivia y otros países del Caribe.


Por otro, Colombia, Perú y Chile, que son más cercanos a Estados Unidos y, finalmente, Brasil y Argentina, que buscan un equilibrio.


Las cumbres de presidentes de América del Sur comenzaron con el encuentro de Brasilia en 2000.


Integrada por Argentina, Chile, Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela, la Comunidad Sudamericana de Naciones (CSN) fue creada en Cuzco el 8 de diciembre de 2004 por iniciativa del ex presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso.


Nació con la pretensión de convertirse en una zona de libre comercio e integración que uniría las dos organizaciones ya existentes: la Comunidad Andina de Naciones (CAN), formada por Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú) y Mercosur, integrado por Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela.


La CSN celebró dos cumbres como tal, en Brasil (2005) y en Bolivia (2006), en la que se hizo especial hincapié en la integración energética para aprovechar sus recursos naturales y desarrollar infraestructuras de transportes y telecomunicaciones.


En abril de 2007 en Isla Margarita (Venezuela), los gobernantes aprobaron renombrar la CSN como "Unión de Naciones Suramericanas" (Unasur), que fue constituida en Brasil el 23 de mayo de 2008. La Secretaría Permanente está en Quito y la sede del futuro parlamento será la ciudad boliviana de Chuquicamata. Fin


Nota del editor del blog: Al referenciarse a la República Cooperativa de Guyana se deben de tener en cuenta los 159.500Km2, de territorios ubicados al oeste del río Esequibo conocidos con el nombre de Guayana Esequiba o Zona en Reclamación sujetos al Acuerdo de Ginebra del 17 de febrero de 1966.


Territorios estos sobre los cuales el gobierno Venezolano en representación de la Nación venezolana se reservo sus derechos sobre los territorios de la Guayana Esequiba en su nota del 26 de mayo de 1966 al reconocerse al nuevo Estado de Guyana .
“...por lo tanto, Venezuela reconoce como territorio del nuevo Estado, el que se sitúa al este de la margen derecha del río Esequibo y reitera ante la comunidad internacional, que se reserva expresamente sus derechos de soberanía territorial sobre la zona que se encuentra en la margen izquierda del precitado río; en consecuencia, el territorio de la Guayana Esequiba sobre el cual Venezuela se reserva expresamente sus derechos soberanos, limita al Este con el nuevo Estado de Guyana, a través de la línea del río Esequibo, tomando éste desde su nacimiento hasta su desembocadura en el Océano Atlántico...”

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