viernes, 26 de septiembre de 2008

Geopolítica de la dependencia Sudamérica y los fogoneros de la desintegración

Tomado de www.actualidadmisiones.com.ar del 26 de septiembre

Las presiones políticas, los condicionamientos económicos, e incluso las agresiones militares directas, han sido las constantes del accionar de las grandes potencias respecto a América Latina.
Todos los países de América Central y varios del Caribe fueron invadidos militarmente una o más veces por EEUU, e incluso Panamá fue un "invento" de EEUU secesionándolo de Colombia, para poder construir el canal sin condicionamientos locales de ningún tipo.La agresión que las flotas conjuntas de Italia, Alemania e Inglaterra estaban a punto de consumar contra Venezuela, en un claro acto de pillaje, como desmesurado "castigo" ante la imposibilidad temporaria de saldas sus deudas, fue impedida por la decidida acción diplomática del Canciller Argentino Luis María Drago, en 1902 (2º Presidencia de Roca), hecho que los historiadores academistas –siempre genuflexos ante el establishment extranjerizante- se cuidan muy bien de señalar; e incluso ocultan prolijamente bajo un denso manto de olvido.
La toma territorial de La Guayana británica constituyó un acto de invasión europea, en detrimento del territorio venezolano, agresión ampliada después hasta la Guayana Esequiba, territorio de más de 150.000 km2 entre los ríos Esequibo y Orinoco.
Entre las múltiples agresiones directas concretadas por EEUU, cabe destacar la invasión armada a Guatemala, para destituir al Presidente Jacobo Árbenz, de clara orientación patriótica, cuyas medidas de desarrollo socio económico y de mejor distribución de la riqueza, encolerizaron a la United Fruit; siendo fácil en esa época ponerle el mote de "comunista" a todo reformador social, así sea claramente de orientación nacional como lo fue Árbenz.Todo gobierno de orientación claramente nacional, inmediatamente debió soportar campañas agresivas de la "prensa seria" y de los gobiernos anglosajones, presurosos en calificarlos alternativamente de "tiranos" (no importando que fuesen elegidos en elecciones limpias y democráticas) "fascistas" o "comunistas", como arietes de las campañas para lograr sus destituciones.Así sucedió con Vargas en Brasil (quien terminó suicidándose), con Perón en Argentina, y en menor escala con Ibáñez en Chile; con Raúl Haya De La Torre y con Velazco Alvarado en Perú, y otros casos, no citados en mérito a la brevedad.
Cabe también recordar el accionar de la CIA, con la cobertura de la ITT, para instrumentar el cruento golpe de Estado de Pinochet contra el gobierno marxista de Salvador Allende.
Abreviando los análisis históricos, los aspectos geopolíticos más destacados actuales son los siguientes.
Brasil maneja hoy muy bien las presiones de EEUU y su flota, expresando claramente que tiene capacidad de autodefensa, y no necesita la "protección" de los amenazantes barcos de guerra "desplegados en misiones de paz". Pero su estilo –acorde a la tradición de Itamaratí- no es confrontativo pero si muy firme, como cuando envió tropas al Amazonas al ser amenazado con la "internacionalización" de ese enorme territorio, según una campaña fogoneada desde el G 7.
El estilo de Chávez es diferente, más confrontativo, lo cual parecería dejar poco margen para las sutilezas diplomáticas. Pero lo real es que en 2002 padeció un golpe oligárquico, con "claro olor a la CIA", y seguramente está curado de espantos.A los sectores adictos a la "democracia formal" de las minorías, que por defender formalidades no defienden los valores esenciales, seguro que el lenguaje directo y el accionar nacional y populista de Chávez les debe molestar. Esos sectores "moderados" suelen preferir las acciones más ténues, aunque en el fondo signifiquen resignar la soberanía y los intereses nacionales, aspectos estos que tal vez en forma muy frontal defiende Chávez. Caben aquí las definiciones de Jauretche, que en vez de "tilingos" (los que no se ubican en la realidad y quieren aparentar lo que no son), prefiere a los "guarangos", que tal vez sin los modales de la alta sociedad, saben bien quiénes son y cuáles son sus intereses propios, y sobre todo, los de su Patria.Pero lo cierto es que está utilizando las megas utilidades del petróleo para "cambiarle la cara" a su país, buscando su desarrollo y el mejor nivel de vida de su gente.Y el sistema de alianzas estratégicas que está concretando, le provee a Venezuela un margen de acción imposible de lograr por parte de militares y civiles con sus mentes colonizadas por La Escuela de Las Américas y las Universidades Anglosajonas, propulsoras del neoliberalismo y la globalización. Y esto lo digo en directa alusión al caso argentino, sin perjuicio que se aplicable a otros países hermanos latinoamericanos.Si indudablemente la amenaza de una invasión militar de EEUU está latente, e incluso fue alentada por cierto tipo de "pastores" evangélicos mediáticos, de los que se nutre el particular "cristianismo bélico" de Bush, resulta muy coherente que Venezuela haya reforzado sustancialmente sus Fuerzas Armadas, y que haya buscado apoyos en Brasil, en Rusia y otros. ¿O acaso resulta mejor jugar de dóciles peones carentes de capacidad de autodefensa, entregando a la vez a precio vil el preciado petróleo u otras riquezas naturales? ¿Y de paso entregar el poder político real, los planes educativos, y la propia formación doctrinaria de las Fuerzas Armadas, tal como –lamentablemente- hizo casi toda América Latina en los '70, los '80 y los '90?¡Lástima que Bolivia y Venezuela enfaticen el poco claro concepto de "socialismo" (que se presta a tantas definiciones), en lugar de poner el acento en la Defensa de La Patria y los Altos Valores Nacionales!¡Otro hubiese sido el resultado de la Guerra del Atlántico Sur, si en vez de "hacer buena letra" como defensores de "occidente" (alienadas por la colonización cultural las cúpulas cívico - militares por las pautas de Washington, sintiéndose "aliados" cuando eran dóciles peones para las tareas sucias en América Central), se hubiesen aceptado los ofrecimientos de armas y asistencia logística, de las potencias excluidas por esos años del falaz concepto del "mundo libre, occidental y cristiano"! En Argentina se priorizó la "defensa del sistema…" antes que la sagrada Defensa de la Patria. Y hoy estamos pagando las consecuencias de país vencido, con Fuerzas Armadas carentes de todo poder disuasivo, sin planes concretos de rearme en las proporciones necesarias, y sin un plan maestro de producción de insumos y materiales bélicos, como supimos tener.Necesitamos Fuerzas Armadas poderosas, con una industria bélica pujante, y esclarecidas con una modernizada Doctrina de Defensa Nacional, plenamente integradas al tejido social argentino, del cual se nutren y al cual pertenecen, como Instituciones Básicas de La Patria.Necesitamos definir claramente una Planificación Nacional a Largo Plazo, concretando un Modelo de Nación que nos proyecte como Potencia Regional con relevancia mundial, que por nuestro propio peso específico diluya los intentos balcanizadores, y a la vez nos confiera el peso de poder propio para reafirmar efectivamente nuestra soberanía sobre el Mar Territorial, las islas usurpadas por el Imperio Británico, y afirme nuestros legítimos derechos sobre la Antártica Argentina.Claro está que para consolidarnos internamente, debemos neutralizar las acciones corrosivas de diversas ONGs orientadas o directamente manejadas desde el G 7, que bajo la fachada de un ecologismo fanático e irracional; de un indigenismo que busca atizar odios y rencores y a la vez crear insólitas "naciones" de "pueblos originarios" (¿acaso no son ciudadanos argentinos, integrados a la Nación Argentina, que es la que nos cobija y nos da la ciudadanía?); o de retorcidas interpretaciones de "derechos humanos" siembran el odio, las divisiones internas, las "protecciones" a los delincuentes, y fomentan todo tipo de perversiones y ataques a las Instituciones Básicas e Históricas de Argentina, como La Iglesia Católica y las Fuerzas Armadas, y la propia institución familiar como base de la sociedad argentina.Recordemos que la resurgente Rusia de Putin, con sobrados fundamentos, echó a más de 100 ONGs seudo ecologistas y seudo humanitarias, acusadas de espionaje y de actos sociales corrosivos, contrarios al interés nacional (Greenpeace, WWF y otras). Y recientemente, por los mismos motivos, Venezuela expulsó a la Human Rights Watch, ONG que seguramente opera como brazo de la CIA, Y que descaradamente se inmiscuyó en la política interna de país hermano. C.P.N. CARLOS ANDRÉS ORTIZEx Docente – Investigador = Facultad de Ciencias Económicas = UNaMEspecialista en Gestión de Producción y Ambiente

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