miércoles, 28 de mayo de 2008

La crisis es profunda

Pompeyo Márquez

Publicado en nalitica.com
Miércoles, 28 de mayo de 2008

Quiero insistir en una idea para mi clave: Venezuela vive una crisis profunda. Es indispensable comprender dónde estamos. Eso no lo debe ocultar un precio del barril de petróleo a 116 dólares, los ingresos por concepto de impuestos y, lo que es más insólito, el endeudamiento del país a través de PDVSA y de la República toda.
En el orden político la destrucción de las Instituciones colocadas sin excepción bajo el mando de un sólo hombre constituyéndose una autocracia militarista, evidencia una realidad que no puede persistir. La utilización abusiva del poder, sin contrapesos, ubica en serios riesgos a una sociedad. No constituyen una casualidad el desbordamiento de la corrupción, pues no se efectúan las rendiciones de cuenta y los controles indispensables para una determinada transparencia de los dineros públicos, y la impunidad la estimula.
En materia de seguridad las cifras hablan por si solas: el número de muertos semanales rebasa a países en conflictos armados. La ineficacia del equipo gobernante supera a épocas anteriores, de allí que los servicios elementales de salud, educación, vivienda, electricidad, agua potable, entre otros sean deficientes y abrumen a la colectividad. La división de la sociedad entre “patriotas” y “agentes de la CIA” debilita las inmensas posibilidades que tiene un país con los recursos que se manejan. Venezuela debería ser una tacita de plata.
Lo que acontece en la fuerza armada está a la vista.
En lo económico lo más grave para el futuro inmediato del país es la destrucción de su aparato productivo y querer avanzar por un modelo fracasado e inviable. Una economía cada vez más dependiente del petróleo, sin nada que exportar, en la práctica una economía de puertos.
En lo internacional serios problemas por el occidente, con Colombia, y por el sur-oriente con el Caribe Oriental y con Guyana, lo que se le oculta al país.
No es la visión apocalíptica de un opositor. Hablo como un venezolano preocupado por la suerte de su país.

Estimo que la dirigencia política democrática debe ponderar con realismo la situación y arribar a conclusiones entre las cuales la necesidad de exigir el respeto a los resultados del 2D, de la Constitución y de reglas claras para las elecciones de noviembre. La concertación entonces no es un recurso solamente electoral tiene que concebirse a mediano plazo para pode reconciliar a los venezolanos y reconstruir al país. Tareas inmensas que requieren el concurso de la inmensa mayoría de los compatriotas.
pmmillan1@yahoo.com

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