lunes, 27 de julio de 2015

Venezuela y el Esequibo


Antecedentes ante la distorsión de la realidad 

La Guayana Esequiba, frente a la oligarquía de 1861 y el Socialismo del siglo XXI.


Tomado de: 

Por: Pablo J. Acosta Ríos | Lunes, 09/03/2015 08:44 AM | Versión para imprimir
Por allá por 1861, en plena Guerra Federal, la vergonzante y sinvergüenza oligarquía «venezolana» expidió un documento firmado por sus más connotados representantes, del cual cito estos extractos publicados en el folleto Independencia 200, año 51 nº 51, Venezuela 1861 (2011), Año Bicentenario:


Es un deber que tienen las naciones civilizadas de Europa de tender la vista a estos países e intervenir en ellos de una manera directa, cuya intervención no podrá menos que producir los mejores resultados (...) Ninguna de las naciones de Europa puede con más ventajas poseer a Venezuela como La Gran Bretaña, y creemos que le sea más ventajosa esta posesión que la que tiene en la India Oriental (...) Hay en Venezuela, entre los hombres pensadores, la opinión de que conviene a esta desprenderse del territorio de la Guayana y negociarlo con la Gran Bretaña (...) Esta opinión es mayor cada día, pero la multitud, el populacho y los demagogos se oponen a este traspaso de territorio (...) la posesión de este territorio tiene inmensas ventajas para la Nación que lo ocupe. Por el Orinoco llevará su comercio a la mayor parte de la América Meridional; penetrando por las arterias de este rio se irá al interior del resto de Venezuela, a La Nueva Granada, al Ecuador, y por el canal de Casiquiare que lleva las aguas al majestuoso Amazonas, se irá al Perú, Bolivia y al Centro del Imperio de Brasil (...) Este es un deber que tienen que llenar las naciones europeas para con las repúblicas americanas que necesitan su intervención tutelar...

Ya en 1841 el geógrafo y cartógrafo alemán Robert Schomburgk, al servicio del Reino Unido, había establecido la línea de demarcación fronteriza entre Venezuela y la entonces Guayana Británica, lo cual ocasionó la protesta del segundo gobierno del general José Antonio Páez mediante su ministro (embajador) en ese país, Alejo Fortique. Por tanto, hacia 1842 el Gobierno de Su Majestad británica accedió a retirar los hitos y volver al estado de cosas previo a 1841; es decir, la indefinición de la frontera, de la cual Venezuela consideraba que era el río Esequibo, y de la cual el Reino Unido no había hecho mayores protestas.

Mas, luego de la muerte de Schomburgk, en 1865, a su línea primigenia y única, retirada oficialmente por el Gobierno británico, le nacieron dos vástagos: La segunda línea llegaba hasta el río Cuyuní, y es la que más o menos hoy demarca los territorios entre Venezuela y la Guyana (o el Territorio en Reclamación); la tercera se tragaba Guasipati y llegaba casi a San Félix, sin que al Reino Unido le inmutaran las protestas venezolanas. Es de hacer notar que, pese a las distintas «revoluciones» y diversos cuartelazos acaecidos durante esa época, la política exterior venezolana no sufrió cambios significativos, de manera que sí hubo continuidad administrativa en este aspecto; cambiaron los protagonistas, de lado y lado: aquí por los cuartelazos, allá por los cambios de gobierno, aunque la jefa de Estado fue la reina Victoria durante todo el período.

Este tercer trazado de la línea Schomburgk, en 1875, motivó que en 1887, y luego de diversas gestiones del Gobierno en aquellas tierras, Venezuela rompiera relaciones diplomáticas con el Reino Unido. Además, causó «preocupación» en el Gobierno de los Estados Unidos.

Sin embargo, Estados Unidos al fin mediaría en el conflicto y, gracias a sus «buenos oficios», Venezuela y el Reino Unido restablecieron relaciones en 1897, con el compromiso de someter la disputa a un laudo arbitral. Dicho laudo se discutió y firmó en París (Francia) el 3 de octubre de 1899, entre dos representantes británicos y dos estadounidenses por Venezuela (los británicos se negaron a sentarse a la mesa de negociaciones con venezolanos), presididos por un ruso, Federik de Martens, consejero del Ministerio de Relaciones Exteriores del imperio zarista. La sentencia otorgaba al Reino Unido la totalidad de los territorios en disputa; acaso salvaba para Venezuela las bocas del río Orinoco y algún territorio adyacente, inicialmente no en disputa. La sorpresa fue general, inclusive fuera de las fronteras, y aun en el Reino Unido.

En diciembre de 1948 fallece uno de los miembros del equipo legal que asesoraba a la delegación estadounidense durante el laudo, el abogado Severo Mallet-Prevost, quien pocos años antes había dictado y firmado un documento que debía darse a conocer luego de su muerte. Acontecida ésta, su apoderado, el doctor Otto Schoenrich publica el documento, que describe cómo las negociaciones de 1899 fueron severamente manipuladas por el juez ruso, al punto de que los estadounidenses aprobaron la unanimidad de la injusticia, justamente para salvarle a Venezuela las bocas del Orinoco. Según el documento, conocido como Memorándum de Mallet-Prevost, cuando el expresidente de los Estados Unidos, Benjamin Harrison, jefe de la delegación, se enteró de lo que tramaban el ruso y los británicos, se encolerizó, y tras calmarse ordenó el voto afirmativo, pues «si algún día se supiera que estuvo en nuestras manos conservar la desembocadura del Orinoco para Venezuela y que no lo hicimos, nunca se nos perdonaría...». Muchas gracias...

Conocido el documento, Venezuela denunció el laudo ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) en 1962, y en 1966 firmó a tres partes (Venezuela, Reino Unido y la Guayana aún británica, a la cual ese mismo año se le concedió la independencia) el llamado Acuerdo de Ginebra. Hoy en día el Reino Unido no forma parte del Acuerdo, al asumir Guyana la defensa de sus intereses. Por otra parte, este mismo año de 1966 las entonces Fuerzas Armadas tomaron la fronteriza isla de Anacoco, sobre el río Cuyuní.

Este acuerdo anula el Laudo de 1899, aunque mantiene las fronteras que estableció, y ordena la mediación de las Naciones Unidas entre ambos países hasta alcanzar un acuerdo satisfactorio. Y, así, hasta el sol de hoy.

Se dice que durante el gobierno de Marcos Pérez Jiménez se hicieron planes para recuperar estos territorios en 1958, año de su caída, incluso mediante la invasión armada, y que estos planes contarían con la anuencia de los Estados Unidos. Personalmente creo que hay mucho de exageración: Probablemente sí existieron tales planes, pero ya desde 1956 el régimen de Pérez Jiménez era desaprobado por los Estados Unidos. En julio de ese año, en Panamá, durante una cumbre de la Organización de Estados Americanos OEA), Pérez Jiménez hizo algunas propuestas de carácter económico que no fueron del agrado de los Estados Unidos, ni fueron aprobadas, of course. Por otra parte, el mismo Pérez Jiménez jamás lo afirmó explícitamente.

Luego, en enero de 1969, se alza la región del Rupununi, en el territorio en reclamación, y sus dirigentes invocan su «nacionalidad venezolana» para solicitar su anexión a Venezuela. Se dice que el entonces presidente Raúl Leoni, en consultas con el entonces presidente electo Rafael Caldera, habría decidido abandonar a su suerte a estos rebeldes. Muchos de ellos, los sobrevivientes, se refugiaron en la Guayana venezolana, y allí murieron entre el olvido y la pobreza absoluta. Dicho sea de paso que el expresidente Caldera firmó en 1970 un protocolo en Puerto España (Trinidad) que «congelaba» la reclamación durante doce años; y fue el expresidente Luis Herrera quien la sacó del congelador, en 1982.

En estos tiempos, siglo XXI, se avizora difícil la recuperación total de estos territorios. A título personal, siempre he pensado que la devolución de una fachada atlántica, más o menos la región de Barima-Waini, y quizás la de Pomeroon-Supenaam, en el territorio en disputa pero que no alcanza la margen occidental del río Esequibo, sería satisfactorio para Venezuela. Obviamente, Guyana no accederá, por una razón, entre muchas, muy sencilla: el Esequibo no son las Malvinas. Y no quiero extenderme en este concepto, lo dejo a la meditación de cada quien...

cunaguarotacarigua@gmail.com


2005 La Guayana Esequiba – Zona en Reclamación. Instituto Geográfico Simón Bolívar  Primera Edición

Nota del editor del blog:

Al referenciarse a la República Cooperativa de Guyana se deben de tener en cuenta los 159.500Km2, de territorios ubicados al oeste del río Esequibo conocidos con el nombre de Guayana Esequiba o Zona en Reclamación sujetos al Acuerdo de Ginebra del 17 de febrero de 1966.

Territorios estos sobre los cuales el Gobierno Venezolano en representación de la Nación venezolana se reservo sus derechos sobre los territorios de la Guayana Esequiba en su nota del 26 de mayo de 1966 al reconocerse al nuevo Estado de Guyana:

“...por lo tanto, Venezuela reconoce como territorio del nuevo Estado, el que se sitúa al este de la margen derecha del río Esequibo y reitera ante la comunidad internacional, que se reserva expresamente sus derechos de soberanía territorial sobre la zona que se encuentra en la margen izquierda del precitado río; en consecuencia, el territorio de la Guayana Esequiba sobre el cual Venezuela se reserva expresamente sus derechos soberanos, limita al Este con el nuevo Estado de Guyana, a través de la línea del río Esequibo, tomando éste desde su nacimiento hasta su desembocadura en el Océano Atlántico...”


LA GUAYANA ESEQUIBA

http://laguayanaesequiba.blogspot.com/2008/01/la-guayana-esequiba.html



Terminología sobre cómo referenciar la Zona en Reclamación-Guayana Esequiba.




Mapa que señala el Espacio de Soberanía Marítima Venezolana que se reserva, como Mar Territorial mediante el Decreto Presidencial No 1152 del 09 de Julio de 1968


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