http://www.el-nacional.com/opinion/ABANDONO-CONFUSION-CONSOLIDACION-ELSA_CARDOZO-ESTADO-INTERESES-POLITICA_EXTERIOR-REGIMEN_0_301169941.html
Tomado de:
El balance presente de las relaciones con Guyana recoge lo
característico de la política exterior desplegada por el gobierno venezolano
desde 1999: por lo hecho, lo dicho y dejado de decir. Esa política ha proyectado
las necesidades de consolidación de un régimen cada vez más impresentable que,
en nombre de la solidaridad y la unidad regional, ha concentrado sus empeños y
los recursos del país en asegurarse aplausos, vencer recelos y, en suma,
cerrarse a cualquier asomo de escrutinio.
La tergiversación de posiciones firme y racionalmente
sostenidas antes de 1999 en materias tan importantes como energía, fronteras e
integración, entre otros temas, se manifestó crudamente desde 2004. Fue
entonces cuando el presidente Chávez anunció en Georgetown que la cuestión de
límites quedaría fuera del marco de las relaciones sociales, políticas y
económicas de los dos países. Era algo más que un giro táctico. En 2007 el
mismo Chávez descalificó la reclamación al sostener que fue por presión del
gobierno de Estados Unidos que Venezuela reactivó ese diferendo limítrofe en
1962.
El abandono del patrimonio diplomático acumulado en
profesionales, acuerdos y vínculos internacionales se ha traducido en una
diplomacia que perdió las formas y el respeto propios de una política de
Estado. En 1966 el Acuerdo de Ginebra había recogido la disposición de
Venezuela y Guyana, reafirmada veinte años después al adoptar la figura del
buen oficiante, de buscar soluciones satisfactorias para el arreglo práctico de
la reclamación, a la vez que facilitar la cooperación y el mutuo entendimiento
sin por ello desconocer la reclamación pendiente. Nada más lejano a las
supuestas pretensiones imperialistas sobre Guyana, vieja tesis del régimen
cubano que, como otras posiciones y prácticas, han sido adoptadas de modo
acrítico e inconsulto por el gobierno venezolano en los últimos quince años.
La confusión de los intereses de Estado con los de la
irreversibilidad del régimen es otro rasgo general muy visible en las
relaciones con Guyana. Para nadie fue nunca un secreto que fluidos vínculos con
las islas del Caribe angloparlante eran de interés fundamental para Venezuela;
tampoco se ignoraba que la reclamación ante Guyana, por sus vinculaciones con
esas islas, debía tratarse con diplomática firmeza. En eso se había trabajado
arduamente con los países caribeños, que se decían altamente sensibles a
cualquier intento de influencia en sus decisiones y preferencias.
Los logros del gobierno se suelen medir en términos de respaldos
políticos, como el que dio el Caribe para la postulación de Venezuela en 2006 a
un puesto no permanente en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas,
silla finalmente no lograda; o la participación de los socios de Petrocaribe y
la Alianza Bolivariana en la Declaración de Caracas del 10 de enero de 2013
para convalidar la fórmula de provisionalidad de Nicolás Maduro y de no
juramentación de Hugo Chávez. Pero hay otra medida, y no hacen falta correos de
Snowden para constatarlo.
Desde la captura del Teknik Perdana en áreas de la fachada
atlántica venezolana, la ofensiva diplomática y política de Guyana se ha
convertido en evidencia de la naturaleza, la fragilidad y los riesgos de una
política exterior que tantos recursos y oportunidades ha estado dispuesta a
exponer a cambio de apoyos.
2005 La Guayana Esequiba – Zona en Reclamación. Instituto Geográfico
Simón Bolívar Primera Edición
Nota del editor del blog: Al referenciarse a la República
Cooperativa de Guyana se deben de tener en cuenta los 159.500Km2, de
territorios ubicados al oeste del río Esequibo conocidos con el nombre de
Guayana Esequiba o Zona en Reclamación sujetos al Acuerdo de Ginebra del 17 de
febrero de 1966.
Territorios estos sobre los
cuales el Gobierno Venezolano en representación de la Nación venezolana se
reservo sus derechos sobre los territorios de la Guayana Esequiba en su nota
del 26 de mayo de 1966 al reconocerse al nuevo Estado de Guyana:
“...por lo tanto, Venezuela
reconoce como territorio del nuevo Estado, el que se sitúa al este de la margen
derecha del río Esequibo y reitera ante la comunidad internacional, que se
reserva expresamente sus derechos de soberanía territorial sobre la zona que se
encuentra en la margen izquierda del precitado río; en consecuencia, el
territorio de la Guayana Esequiba sobre el cual Venezuela se reserva
expresamente sus derechos soberanos, limita al Este con el nuevo Estado de
Guyana, a través de la línea del río Esequibo, tomando éste desde su nacimiento
hasta su desembocadura en el Océano Atlántico...”
Mapa que
señala el Espacio de Soberanía Marítima Venezolana que se reserva, como Mar
Territorial mediante
el Decreto Presidencial No 1152 del 09 de Julio de 1968
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